«Sinceramente pensé que Neymar se iría al Madrid si no venía aquí. Creía que Florentino y el Real Madrid harían algo para llevárselo». Aquella confesión de Leo Messi –nada más y nada menos– en octubre, después de que Neymar se quedara compuesto y en el PSG, puede servir de corolario a un fichaje que estuvo muy cerca y a la vez muy lejos de hacerse el verano pasado: el de Neymar por el Real Madrid.
Más allá de lo que dijera este sábado el bocazas de Wagner Ribeiro, cuyo cargo en el clan Neymar no pasa de ser el de amigo de la familia, la realidad es que Florentino Pérez tanteó la opción de fichar al crack brasileño del PSG el verano pasado. El presidente del Real Madrid es un enamorado de Neymar desde que jugaba en el Santos y apenas tenía 18 añitos. Por eso lo tuvo fichado y con el reconocimiento hecho, aunque aquello es una vieja historia de traiciones y comisiones megamillonarias muchas veces contada.
En el verano de 2019 Florentino Pérez habló con el clan Neymar, que dirige con mano de hierro el padre del futbolista, que se mostró con los brazos abiertos a fichar por el Real Madrid. Hasta el propio jugador contactó con algunos de sus amigos en el vestuario blanco como Marcelo, Casemiro y Vinicius.
Una operación imposible
Pero todo se quedó en un fichaje interruptus cuando Florentino supo que el PSG, en este caso por decisión del emir de Qatar, no tenía intención de dejar salir a Neymar salvo en unas condiciones económicas de ciencia ficción. Peticiones como incluir a Courtois, Varane y Vinicius en la operación dejaban bien a las claras que el PSG no estaba dispuesto a vender a Neymar.
Ahí supo Florentino Pérez que no tendría necesidad de remangarse para acometer la operación de uno de los pocos galácticos que ha querido y se le han escapado en su vida. Además, los informes médicos (siempre secundarios) desaconsejaban su fichaje. Luego vino el Barcelona a televisar sus negociaciones con el PSG, pero aquello ya sólo era puro postureo. Neymar se quedaría un año más en París. Y los que le quedan.