Es una de las grandes preguntas que se hacen los madridistas en estos días: ¿cuándo se resolverá para bien o para mal el asunto Mbappé? Lo cierto es que ahora mismo eso depende fundamentalmente de una sola persona: Nasser Al Khelaifi. El presiente del PSG tiene sobre su mesa desde hace un par de semanas las condiciones de salida de Mbappé y depende de él aceptarlas y elegir el momento adecuado.
Al Khelaifi declaró a principio de julio que Mbappé debía tomar una decisión sobre si renovar o salir vendido en el plazo de dos semanas. El jugador francés reiteró que ni una cosa ni otra, que él quería cumplir su contrato. La respuesta de Qatar fue apartar al jugador y asegurarle que nunca más jugaría para el PSG, así que debía salir vendido.
La condiciones de salida de Mbappé son acordes a las posibilidades de pago del único club al que querría marchar, el Real Madrid. El PSG ha tratado de diferentes modos mejorar la cantidad a recibir para que el reparto con Mbappé sea más sencillo, pero el Madrid hizo conocer su límite hace tiempo y no tiene intención de modificarlo. Esto ha llevado al PSG a una resignación que poco a poco se va imponiendo a la ira inicial. Si quieren vender a Mbappé será con sus condiciones y las del Real Madrid, pero quieren elegir el momento adecuado a su apretada agenda que pasa por fichar a jugadores como Dembélé o Gonçalo Ramos y decidir la continuidad o no de Luis Campos.
Venta del PSG
Tampoco podemos obviar que el PSG está inmerso en un proceso de venta de un pequeño porcentaje del club. Este tipo de operaciones tienen mucha relevancia en la valoración del club y Al Khelaifi mide los tiempos que se imponen desde Qatar.
Por ello, el desenlace de esta historia tendrá lugar cuando el PSG haya ordenado su casa. De no aceptar las condiciones de salida, tendrán que gestionar el último año de Mbappé y valorar si mantienen su promesa de no volverle a dejar jugar en París. Todo un dilema sería.