Aurélien Tchouaméni está dejando muy buenas impresiones en las primeras semanas que el francés está viviendo como jugador del Real Madrid. El galo es una de las dos caras nuevas que han llegado a la plantilla del vigente campeón de Europa este verano, junto a Rüdiger, y ambos están respondiendo a la perfección desde el primer día. Si el alemán dejó muy buenas sensaciones en su debut ante el Barcelona, el mediocentro, que también se estrenó contra los azulgranas, no deja de sorprender por su poderío físico. “Está hecho un toro”, aseguran desde dentro del vestuario madridista. Un portento físico que ayudará a los de Carlo Ancelotti a dar un salto de fuerza en la medular.
Aurélien, como le llaman dentro del vestuario, tiene por delante una temporada de adaptación. Sin bien está más acostumbrado a jugar en la élite que Eduardo Camavinga, que aterrizó en el Bernabéu con 18 años y con mucho que mejorar en conceptos tácticos, sí parece que Tchouaméni tiene estos conocimientos mucho más adquiridos. No obstante, por delante todavía tiene que adaptarse y aprender de los mejores. En especial de Casemiro.
El reto de Ancelotti es que Tchouaméni poco a poco pueda suplir a Casemiro con solvencia. Cualidades físicas y defensivas tiene de sobra, pero tiene que fijarse en el brasileño para seguir mejorando. Case es uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto y el objetivo del Real Madrid es que poco a poco el galo pueda ir recogiendo el testigo de un futbolista de leyenda que todavía tiene cuerda para rato.
No obstante, aunque Casemiro todavía es el jefe del mediocentro y esta temporada los galones seguirán siendo suyos, Ancelotti tratará de ir enseñando a Tchouaméni cual va a ser su futuro vestido de blanco. En el club están muy tranquilos con la gestión que hará el italiano con el francés tras ver como fue reconduciendo a Camavinga poco a poco el pasado curso.
