En el fútbol español gobierna un sistema que ensucia y maltrata al club más laureado del país. En un asunto con tintes más políticos que deportivos, el Real Madrid está quedando malogrado por una persecución arbitral que castiga constantemente al vigente campeón de Liga, mermando así su puntuación, como se demostró en la noche de este sábado en Cornellá.
El equipo de Carlo Ancelotti se fue de vacío de Barcelona tras un encuentro en el que el gran protagonista no vestía ni de blanquiazul (Espanyol) ni de naranja (Real Madrid al jugar como visitante). Vestía de amarillo y se llamaba Alejandro Muñiz Ruiz, el árbitro que de forma incomprensible y pese a verlo in situ y de forma nítida decidió no expulsar a Carlos Romero al cometer una entrada criminal que pudo reventar el gemelo de Kylian Mbappé.
Aparte de impedir un contragolpe que podría haber significado una ocasión clara de gol en un partido que todavía marchaba 0-0, Carlos Romero, que marcó el gol de la victoria en el 85′, pudo lesionar gravemente al fichaje estrella que el Real Madrid acometió esta temporada, en la que nuevamente está siendo el equipo más maltratado por el mismo Comité que aceptó durante dos décadas pagos por parte del Barça.
El CTA de Medina Cantalejo no dista mucho del de Sánchez Arminio y Enríquez Negreira. Los escándalos siguen siendo similares, si no los mismos. La diferencia es que en estos tiempos no hay un club por detrás que pague por su beneficio arbitral y por el perjuicio del Real Madrid.
El Real Madrid sigue siendo perjudicado
Eso sí, la desventaja con la que el Real Madrid arranca cada partido continúa siendo la misma, una lacra y una cruzada interminable que ni los años, ni el juego limpio, ni la buena fe están consiguiendo erradicar del colectivo arbitral. La cara visible ahora mismo es Muñiz Ruiz, el mismo que a principios de año consideró que Vinicius Junior merecía ser expulsado tras ser provocado por el portero del Valencia, pero dentro de unos pocos días puede ser otro. Da igual, todo está manchado, condicionado y para colmo, el nivel es lamentable.
Medina Cantalejo, escondido en la sombra de su poder, ignora lo que cada fin de semana ocurre sobre el césped, sea en un partido que dispute el Real Madrid o cualquier otro equipo de la Liga española en la que, por desgracia, arbitran sus colegiados. Los cambios no son fáciles, pero motivos hay de sobra para remover todo y hacer una limpia histórica en el CTA.
El sistema, manchado, que rige el fútbol español ha convertido al Real Madrid en su víctima fetiche, pero pese a todo ello el corazón blanco sigue latiendo fuerte y está al frente de la clasificación de una Liga que con Javier Tebas al frente también es cómplice de esta cruzada. Mientras los que mandan sean personajes de este calibre, es lógico que el club madridista y su presidente, Florentino Pérez, busque una vía de escape llamada Superliga o cualquier otro campeonato puro, no adulterado y limpio de una lacra que está llevando al límite a la entidad más prestigiosa de España.