Las siete diferencias del límite salarial entre el Real Madrid y el Barça
El Real Madrid ha recibido elogios por su gestión económica durante la pandemia desde todos los estamentos. Hasta Javier Tebas ha elogiado al club blanco por su gestión económica al tiempo que el Barcelona se ha ido desangrando por culpa de falta de liquidez e incorporaciones fallidas. La situación ha dejado un balance cristalino con los blancos teniendo un límite salarial para esta campaña de 739 millones por los 97 de los culés.
Llama poderosamente la atención que el Barça puede gastar en salarios una séptima parte de lo que desembolsan los blancos, mientras que el Sevilla, sin ir más lejos, posee el doble de margen respecto al club presidido por Joan Laporta. A continuación analizamos las siete causas que han llevado al Barcelona a una situación crítica, mientras el Madrid puede lucir músculo. Gran parte de los errores han venido motivados por la gestión del expresidente Josep María Bartomeu, aunque también hubo herencias que no pudo contener el anterior dirigente.
1. Saber vender a las estrellas
El Real Madrid supo deshacerse de Cristiano Ronaldo en el momento justo cuando la Juventus trajo una oferta 117 millones por el futbolista luso con 33 años. Los blancos no dudaron ni un segundo en recuperar la inversión que realizaron con su máximo goleador de todos los tiempos.
El Barça, por su parte, tuvo una oportunidad de vender a Leo Messi y con un buen dinero cuando el verano pasado mandó el burofax para pedir su marcha. Varios clubes, entre ellos el Manchester City, se interesaron por su situación llegando a sondearse una oferta de más de 100 millones de euros y varios futbolistas jóvenes en el paquete. Los culés se agarraron a motivos sentimentales para no vender, pese al deseo de su futbolista.
2. No renovar por sentimentalismo
Por muy doloroso que pueda parecer no renovar a un futbolista que lo ha dado todo por el club, la realidad es que muchas veces esas decisiones marcan la diferencia a la hora de cuadrar las arcas del club. El Real Madrid, sin ir más lejos, no ejecutó la opción de renovar a Sergio Ramos este verano y de momento el tiempo le ha dado la razón. Cristiano Ronaldo, antes de marcharse, pidió una subida de salario que no llegó y que le hizo buscar equipo.
En el otro lado encontramos a un Barcelona que se ha convertido en una ONG con las renovaciones. Leo Messi firmó el contrato más caro de toda la historia, Umtiti apenas ha jugado desde que asaltó las arcas del club, Piqué renovó su contrato la temporada pasada hasta los 37 años… Las diferencias son evidentes.
3. La estrategia de la escala salarial
El Real Madrid siempre ha sabido contener el gasto en sus jugadores con una escala salarial clara y escalonada en varios niveles. El Barça, sin embargo, ha ido firmando contratos sin ningún criterio económico, sino con negociaciones personales que derivaron en una masa salarial desbocada en los últimos tiempos.
Jugadores como Pjanic, Coutinho, Dembélé o Griezmann descompensaron sobremanera a un equipo en el que curiosamente los que más cobran son los que menos juegan. El Real Madrid siempre respetó las escalas y los contratos no ofreciendo mejoras alocadas.
4. Bajar los sueldos
Una consecuencia de la pandemia es que todos los clubes se han tenido que apretar el cinturón hasta niveles extremos por la crisis económica. El Real Madrid consiguió que sus jugadores perdonasen un 10% de su salario para controlar las pérdidas, mientras que el Barça se lanzó a renovar a jugadores prometiéndoles en diferido en un contrato con años por delante el dinero que no les iban a pagar durante la pandemia.
Esa estrategia de Bartomeu se ha demostrado como fallida con el paso del tiempo. El hecho es que ahora jugadores como Piqué, Alba o Busquets han tenido que bajarse el sueldo ostensiblemente para poder inscribir a otros jugadores y asegurarse un Barça competitivo en el tiempo.
5. Apostar por talento joven con éxito
El Real Madrid fue muy criticado por fichar a jugadores jóvenes en los últimos años. Los blancos se fijaron en jóvenes que apuntaban maneras, pero que no habían demostrado todo su potencial como Vinicius, Asensio, Ödegaard, Kubo, Militao, Brahím, Rodrygo o Camavinga. Ahora el tiempo, por unos motivos u otros, les está dando la razón en la mayoría de los casos con inversiones que se han revalorizado.
El Barça, por su parte, ha sobrepagado traspasos como el de Ousmane Dembélé por el que pagó más de 100 millones sin apenas haberse consolidado en la élite. Otros nombres que están en la lista de sospechosos culés son Trincao, Firpo, Matheus Fernandes, Malcom o Marlon.
6. Vender con criterio
Al Real Madrid no le ha temblado el pulso para deshacerse en este mismo verano de Raphael Varane y Martin Ödegaard, dos futbolistas por los que ha recaudado casi 100 millones de euros. Los blancos siempre han sabido sacar dinero por ventas de jugadores que estaban en pico de forma cuando salieron como Achraf, Reguilón, Kovacic, Raúl de Tomás o Theo Hernández.
El Barça, por su parte, ha protagonizado ventas ruinosas en sus compras. El caso más cercano es el de Antoine Griezmann, quien ha regresado regalado al Atlético, pero también tenemos otros jugadores como Luis Suárez, Arda Turan, André Gomes, Munir, Paco Alcácer o Rafinha.
7. Fichajes a coste cero o en último año de contrato
Es, sin duda, la estrategia que Laporta ha copiado este verano al Real Madrid al traer gratis a Eric García, Memphis Depay y Kun Agüero. Los blancos marcaron han ido marcando la diferencia en este sentido tras fichar a Alaba gratis este verano, pero también consiguiendo auténticas gangas en último año de contrato como Courtois o Kroos. Por esos titulares indiscutibles, los blancos soltaron un montante total de 60 millones sin ir más lejos.
El Barça, por su parte, no ha sido muy avispado en sus compras sobrepagando todo lo que ha incorporado tras la salida de Neymar. El equipo culé se gastó 160 kilos en Coutinho, 120 en Dembélé, 12o en Griezmann, 60 en Pjanic, 40 en Lenglet… 500 millones y poco o ningún retorno en esas inversiones. Los números no mienten y estas son las causas del descalabro culé en el límite salarial de la Liga.