El Real Madrid claudicó en el Etihad Stadium ante el Manchester City. Se despide de esta edición de la Champions League y de la larga y extenuante temporada. Pero lo hizo de una manera gris y torpe, impropia de los blancos acorde a lo que fue su recta final en la competición doméstica. De la derrota ante los citizens quedan jugadores marcados por sus errores o mera incomparecencia en una noche que pudo ser mágica y acabó siendo trágica. Y precisamente no fueron pocos los que quedaron señalados.
Todos apuntaban a él como jerarca de la zaga cuando el capitán se perdía, quizá, el partido más importante de la temporada. Sin Sergio Ramos, Militao ocupaba su lugar pero era Raphael Varane al que se le entregaron las llaves. Puede ser que la presión pudiera con el francés, que el contexto pesara. Lo único que fue clarividente fueron sus errores. Los dos goles que logró el City corrieron de su cargo. Primero mal en la salida del balón desde atrás ante Gabriel Jesús, que le birló la bola para el 1-0 de Sterling. Luego, otra vez ante el brasileño, terrible cesión para Courtois que lo deja vendido para el 1-2 de Gabriel Jesús. Fue la noche más negra de Varane.
La sombra de Ramos es alargada pero la que porta Eden Hazard también empieza a ser notoria. Eran muchas las esperanzas que había puestas en el belga, el 7, el heredero del trono. Pero de nuevo se vio una versión descafeinada, a chispazos y que no trascendió. Hazard llegaba algo justo al partido, no estaba al 100%, pero ni ese 50, 60, 70 ó 80% estuvo a la altura. Su juego fue lento y apático y sus compañeros lo sufrieron.
Sobre el césped otro nombre más. Casemiro tampoco tuvo su noche en el Etihad Stadium. El brasileño estaba llamado a ser sostén del equipo y artífice del bloqueo de los citizens pero el juego de los De Bruyne, Gundogan o Rodri estuvo muy por encima del que mostró el brasileño. No fueron errores de bulto los suyos, pero el hecho de que tenga acostumbrados a sus compañeros a estar excelso y barrer todo lo que esté por delante, hace más escandaloso su bajón.
El último en la diana es Zinedine Zidane. Se enfrentaba a algo desconocido el francés y el hecho de chocar por primera vez en Europa quebró al técnico blanco, lo bloqueó. Zizou no respondió como otras veces, cuando peor estaban sus jugadores tras el 2-1 de Gabriel Jesús, el galo no movió el banquillo pese a jugar a contrarreloj ese tramo final. Un cuarto de hora tardó en remover su once y dar entrar a Jovic, Valverde y Lucas Vázquez. Vinicius ni si quiera calentó. Sus decisiones, o la falta de éstas, también condenaron al Real Madrid.
