Zinedine Zidane lo ha vuelto a hacer. El técnico ha vuelto a darle un vuelco a la situación del Real Madrid. En la primera oportunidad que ha tenido, ha hecho campeón a un equipo por el que hace unos meses nadie confiaba. Nada tiene que ver este equipo con el que era a mediados de marzo de 2019, cuando regresó para revertir una situación dramática, con el equipo pasando de ser triple campeón de Europa a estar fuera de la pelea por todos los títulos a las primeras de cambio.
El objetivo del francés en su vuelta al banquillo madridista era claro: devolverle al club los éxitos de un pasado bastante reciente. En él estaban depositadas todas las esperanzas del madridismo para volver a lo más alto, después de haber vivido bajo su mando una de las épocas más laureadas de la historia blanca. Una revolución que se antojaba complicada pero que si podía lograrse, era con él al frente del vestuario.
Ya lo había conseguido en su primera etapa. Zidane llegó en enero de 2016, con un equipo que venía de un año en blanco y en caída libre. Tras la salida de Rafa Benítez, nada hacía presagiar lo que llegaría meses después. Con los blancos lejos del Barcelona en Liga y fuera de Copa por el ‘caso Cheryshev’, las únicas y remotas esperanzas estaban depositadas en la Champions, que se ganó.
Para esta nueva etapa, las dudas eran más que evidentes. Después de la temporada pasada, las cartas con las que jugarían los blancos esta campaña no terminaban de convencer. Bale y James no contaban con la confianza plena del técnico, Rodrygo y Vinicius aún por terminar de explotar, las salidas de Keylor, Ceballos y Llorente en el mercado de verano sin que llegasen nuevos refuerzos…
La revolución estaba en casa
La esperada revolución como tal no estaba tanto en los fichajes, sino en cómo iba a ser capaz de gestionar sus recursos Zidane. El entrenador se ha ganado ser considerado uno de los mejores del mundo y no sólo por su evidente buena gestión del vestuario, sino por saber sacar el máximo rendimiento de su plantilla y dar auténticos repasos tácticos a la mayoría de rivales a los que se ha enfrentado. Una vez más, se cometió el error de dudar de sus cualidades y, de nuevo, lo ha vuelto a hacer.
El técnico ha conseguido darle la vuelta a la situación en 10 meses con prácticamente los mismos jugadores con los que ya contaba. La solidez defensiva perdida hace tiempo, la mejora del nivel de Courtois, la irrupción de Valverde y la recuperación de jugadores clave como Modric, Kroos o Isco han sido los factores que han devuelto la ya famosa ‘Felizidane’ al Bernabéu.
El Real Madrid de Zidane consigue así dar carpetazo a la crisis de la pasada temporada y a los fantasmas que aparecieron al comienzo de este curso ganando la Supercopa de España, el primer título al que han aspirado desde la llegada del francés. Un título que llega igual que el primero conseguido por los blancos en la anterior etapa del técnico -en penaltis ante el Atlético- y que esperan que sea un presagio de lo que viene.
