Eduardo Camavinga tiene ante sí una gran oportunidad de aferrarse a la titularidad en el Real Madrid y lo sucedido este jueves en el Francia 0-0 Israel puede ser un punto de inflexión para él. El centrocampista vio tarjeta amarilla en el minuto 35 y en el 71′ fue cambiado por Adrien Rabiot, por lo que ese fue el fin de su participación en este parón de selecciones, ya que venía apercibido de la anterior ventana.
Camavinga no disputará el siguiente encuentro de Francia por sanción (este domingo a las 20:45 horas contra Italia) y podrá regresar antes de lo esperado a la capital de España para volver a ejercitarse con el Real Madrid y ultimar su puesta a punto para el choque ante el Leganés del siguiente domingo a las 18:30 horas en Butarque.
Lo normal es que Aurélien Tchoauméni no llegue a dicha cita, por lo que Camavinga debería volver a ser de la partida en el once de Carlo Ancelotti, que se habrá frotado las manos con este respiro inesperado que esa cartulina amarilla le ha concedido a su jugador. Aunque el francés no acumula mucha carga en lo que va de temporada por esa lesión de rodilla que sufrió a las puertas de la Supercopa de Europa del pasado 14 de agosto, es vital este descanso que le permitirá encontrar su estado óptimo de forma.
Camavinga jugó los primeros 90 minutos el pasado sábado contra Osasuna en el primer partido sin Tchouaméni, por lo que eso apunta a ser la tónica, al menos, del próximo mes sin el pivote habitual en los planes del italiano. El francés tiene una ocasión de oro para ganarse el puesto y demostrar que pese a ese varapalo que se llevó en Varsovia, sigue estando al máximo nivel para defender la elástica blanca.
Camavinga y su éxito en el Real Madrid
De momento sólo ha podido jugar siete partidos en lo que va de curso, siendo cinco de ellos de titular, un dato que demuestra que en cuanto volvió a estar disponible, Ancelotti contó casi siempre con él de inicio. Este regreso precipitado a Madrid le dará más días de entrenamientos en Valdebebas, los cuales afronta como un momento clave para él de cara al devenir de la temporada.
Camavinga es un futbolista que a su corta edad (22 años) ya sabe lo que es ganar dos Champions League y dos Ligas con el Real Madrid. Las últimas las alzó el año pasado, en el que se instauró como uno de los reyes del centro del campo y aprovechó ese llamamiento a llevar a cabo el relevo generacional tras la retirada de Toni Kroos y la natural pérdida de presencia de Luka Modric.