El temporal ha afectado directamente al Real Madrid. El conjunto blanco se encuentra atrapado en Pamplona y no sabe cuándo va a poder volver a Madrid. La incidencia de la borrasca Filomena, junto a la falta de previsión de LaLiga, ha llevado a los madridistas a no poder regresar a la capital como mínimo hasta el domingo, una vez se conozca si el Aeropuerto de Barajas reestablece su circulación.
Al término del partido ante Osasuna, varios miembros del club han incidido en que la expedición desconoce el momento en el que volverá a casa. Los blancos se han dirigido al hotel de concentración una vez han abandonado el Estadio de El Sadar y se quedarán allí hasta nueva orden.
Las condiciones metereológicas que se dan ahora mismo en Pamplona no son las mejores para volar, a lo que se suma el cierre del tráfico en Barajas. La fuerte nevada caída sobre Madrid ha colapsado las comunicaciones por tierra y aire, dejando a la ciudad incomunicada, y provocando que el Aeropuerto de Barajas esté cerrado al tener sus pistas cubiertas de nieve y heladas.
Aunque la nevada en la capital ha parado, las bajas temperaturas están empezando a helar la nieve acumulada. En Barajas trabajan para tratar de acondicionar sus pistas lo antes posible para reestablecer el tráfico, pero se espera que como mínimo no esté listo hasta el domingo.
Mientras tanto, los madridistas deberán esperar en el hotel en el que se hospedan. La capital navarra ha comenzado también a notar el efecto del temporal y la nieve no ha parado de caer desde la mañana de este sábado, lo que dificulta también el traslado del Real Madrid al aeropuerto de Pamplona, situado a 9 kilómetros del hotel, y su posterior despegue, dadas las inclemencias.
Por el momento, los madridistas harán noche en Pamplona, a la espera de que se les autorice a volar y regresar a Madrid. Sin embargo, existe la posibilidad de que el estado de las carreteras y de las pistas de los aeropuertos demoren la vuelta a la capital hasta el lunes o incluso el martes.
El conjunto blanco tendría que empezar este domingo a preparar la Supercopa de España, que se disputa a partir del jueves. Sin embargo, la falta de previsión y de medidas por parte de LaLiga, han imposibilitado que los blancos puedan organizar de forma clara y segura su regreso a casa, por lo que tendrán que aplazar y acortar la preparación para el primer título del año que tienen en disputa.
El próximo jueves, los blancos se enfrentan al Athletic Club en Málaga, en las semifinales de la competición. Un viaje que debería producirse el miércoles si -como parece- las condiciones metereológicas lo permiten. El propio equipo bilbaíno ha visto como, ante la imposibilidad de desplazarse este fin de semana a Madrid, su partido ante el Atlético se ha aplazado, algo que no ha sucedido en el caso del conjunto blanco.
Indignación total con Tebas
LaLiga obligó a los madridistas a viajar a Pamplona, lo que ya provocó un gran enfado en el club, debido a que estuvieron retenidos en el avión durante cuatro horas por la fuerte nevada que caía en Madrid. Después de desplazarse en condiciones extremas, la patronal dirigida por Tebas ha dejado a su suerte a los blancos en Navarra, de donde no saben cuándo podrán regresar.
De no haberse adelantado el viaje, como exigió la institución que preside Tebas, el partido no habría podido disputarse y se habría aplazado, en la línea de lo que ha sucedido con el resto de encuentros de Liga Santander y Liga SmartBank con participación de equipos madrileños. Al haber tenido que desplazarse a Pamplona un día antes, ahora se desconoce cuándo volverán a casa, lo que ha incrementado el enfado ya existente y que, además, ha provocado reacciones críticas y contundentes por varios integrantes del club.
Las primeras críticas fueron de Courtois, que no pudo ser más duro al señalar que «desde la Liga es lamentable lo que nos han hecho a nosotros o al Rayo. Ayer despegamos con la pista congelada, hoy no podemos volver, quizá mañana tampoco y tengamos que viajar directos a Málaga». «No creo que sea tan seguro, tenemos familia y no somos marionetas que tenemos que jugar siempre», concluyó el meta.
Por su parte, Zinedine Zidane también mostró su indignación tras un partido que «tendría que haberse suspendido». Al técnico se le vió bastante enfadado con la obligación a jugar y a viajar en las condiciones que lo han hecho a Pamplona y, sobre todo, con el no saber cuándo regresarán a Madrid. «Jugamos porque no dijeron que teníamos que jugar. Ahora no sabemos cómo vamos a volver», apuntó el siempre prudente técnico del Real Madrid.