Champions: Real Madrid - Inter

Misión cumplida

Misión cumplida. El Real Madrid derrotó con sufrimiento y oficio a un Inter digno y peleón y abrochó su pase a octavos de la Champions como los cocos: de primero. Kroos y Asensio, con sendos zurdazos imponentes, dieron el triunfo al equipo de Ancelotti, que fue dominado por el Inter en la primera mitad y mandó en la segunda, sobre todo cuando Barella se autoexpulsó a falta de 20 minutos.

Ancelotti iba sin reservas. El técnico del Real Madrid no estaba ni para sorpresas ni para inventos, así que dispuso la prevista alineación de gala a excepción del ausente Benzema. Aunque su equipo afrontaba el duelo ante el Inter con el billete de octavos en el bolsillo, la diferencia entre ser primero o segundo de grupo equivalía a volar en business o en turista al sorteo en el que empieza la Champions de verdad. El Madrid necesitaba amarrar un empate para garantizarse evitar a los equipos más fuertes de Europa: Manchester City, Liverpool, Bayern, Chelsea y compañía.

Pues eso. El once favorito de Carletto con el asterisco de Benzema y a correr. Reciten conmigo: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Rodrygo, Vinicius y Jovic. Sí, Jovic que, tras su notable desempeño en Anoeta se había ganado la camiseta de titular por primera vez en los 22 partidos oficiales del Real Madrid esta temporada.

Enfrente, el Inter también clasificado y sin nada que perder, un equipo venido a menos por las pérdidas de Conte, Achraf y Lukaku, pero que sigue siendo competitivo en el Calcio y en la Champions. Y con algunos jugadores de nivel como el central Skriniar, el mediapunta Nicollo Barella y el bullicioso Lautaro Martínez.

El partido nació con el Real Madrid a los mandos. Presionaba el Inter dispuesto a alejar al equipo de Ancelotti de su área. Sobre todo para evitar que Vinicius se asomara al área de Handanovic. No lo logró porque el brasileño, incisivo, vertical y pletórico de confianza, sembró el pánico en la zaga interista a los dos minutos con una maniobra individual que fue desviada milagrosamente por el pie de Skriniar.

El gol antes que el juego

Respondió el Inter con una espectacular volea de Brozovic que acarició por fuera el travesaño de Courtois. Pero el Real Madrid seguía presionando muy arriba para dificultar la salida de balón interista. Los de Inzaghi pagaban con a misma moneda, así que el duelo entró en una fase de a ver quién presionaba más lejos.

En lo individual el partido se convirtió en un mano a mano Vinicius-Perisic. El croata se convirtió en un dolor de cabeza para Mendy. Y de repente el Inter empezó a crecer en el partido a la velocidad de Ayuso en el PP. Encerró al Madrid en su propio campo. Hasta giró el porcentaje de la posesión, que ya no era de color blanco.

Fue el momento en que Kroos decidió comparecer al partido y lo hizo con un golazo de zurda. Fue un disparo de media distancia en una jugada sin demasiado peligro aparente. El alemán miró con su cabeza más alta que una jirafa, apuntó y la puso lejos de la estirada de Handanovic, que reaccionó un poquito tarde. Ancelotti lo celebró con cuarto de kilo de chicles y el Bernabéu tomó aire.

El gol fue un oasis en el desierto de juego del Madrid, porque el partido, justo es decirlo, era un monólogo del Inter, que ni se arrugó con el tanto ni le perdió la cara al duelo. Los de Inzaghi habían escorado el partido hacia el área de Courtois y los zagueros blancos no daban abasto para achicar agua. Córner tras córner, Dzeko iba apareciendo en sus pantallas para disgusto del madridismo.

Resistía el Madrid echándose atrás y poniéndose el mono de un trabajo que ni les gusta ni les sale bien. Por momentos, el dominio del Inter llegaba a ser sonrojante como el programa electoral de Podemos. La mejor noticia en el Bernabéu era el resultado. Inmerecidísimo pero muy edificante para el personal. El susto en el cuerpo ahogaba una pitada en el Bernabéu.

Jovic dio señales de vida en el 35 con un buen desmarque de ruptura que le habilitó ante Handanovic. El serbio, que llegó forzado, la echó al lateral de la red. El Madrid lo fiaba todo a la contra con descaro y sin sonrojo. E incluso pudo hacer el 0-2 en el 44 con un disparo venenoso de Rodrygo que se estrelló contra el palo izquierdo de Handanovic. Repitió ocasión el brasileño en la última jugada antes de que el colegiado señalara el camino del vestuario.

Aprieta el Inter

El segundo tiempo nació también con susto para el Madrid. Que pudo haber sido muerte si Barella, que se había plantado solito ante courtois, no la hubiera echado al cielo de La Castellana. Siguieron las malas noticias para el equipo blanco con una entrada de D’Ambrosio que dejó K.O. a Casemiro. A Ancelotti se le quedó sin batería hasta el Nokia al menos hasta que el brasileño regresó al campo tras haber sido atendido en la banda.

El Inter trataba de buscar el empate desesperadamente, pero le empezaban a faltar piernas y a sobrar precisamente desesperación. Al Madrid le bastaba con el cronómetro, la intensidad defensiva y echársela a Vinicius a la carrera. Inzaghi trató de insuflar aire a su equipo con la entrada de Vecino y Vidal.

Al Madrid se le puso de cara el partido con una roja estúpida a Barella, que agredió a Militao después de una falta del brasileño. El Inter se pegaba un tiro en el pie al quedarse con diez justo en pleno intento de remontada. El Bernabéu, activado en modo Champions, celebró la expulsión como si fuera un gol.

‘Asensiazo’

Los de Ancelotti, aupados en la superioridad numérica, pasaron a manejar el partido a su antojo. Incluso Carletto se permitió el lujo de quitar a Casemiro y meter a Camavinga en el 71. Y en el 76 metió de golpe a Mariano, Asensio y Valverde por Jovic, Rodrygo y Kroos.

El balear, que tiene un arma de destrucción masiva por pierna izquierda, se sacó un disparo marca de la casa apenas un minuto después de entrar al partido para marcar el 2-0 con un golazo superlativo. Así es Asensio, un cañón que no siempre tiene la munición preparada para disparar. El tanto dio a Ancelotti la ocasión de sacar a jugar a Hazard, que sigue en el Real Madrid aunque no lo parezca.

Eran ya los minutos de la basura, los que faltaban para rubricar el triunfo del Real Madrid ante el Inter que da a los de Ancelotti el billete a octavos de la Champions como primeros de grupo. Vamos, que el Madrid pasa de coco. Habrá que ver si el bombo depara el morbazo de un duelo contra el PSG o los blancos tienen un camino más expedito hacia los cuartos.

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