El Real Madrid ha cerrado este 2024 demostrando el poderío goleador que siempre ha tenido y que en los primeros meses de competición le ha costado enseñar. Los blancos, desde que se quedaron a cero contra el Liverpool en Anfield, han hecho la friolera de 19 goles en siete partidos. Es decir, casi tres goles por encuentro. No obstante, la botella de los goles se ha descorchado radicalmente tras el partido de San Mamés. Desde la última derrota blanca, los de Ancelotti han hecho 16 goles en cinco partidos. Un porcentaje que se dispara a más 3,2 tantos por encuentro.
El Real Madrid le hizo tres goles a Girona, Atalanta, Rayo Vallecano, Pachuca. Además, para cerrar el año 2024, le metió cuatro dianas al Sevilla en el estadio Santiago Bernabéu. Un recital que puso punto final a 12 meses para la historia del club blanco.
En este torbellino goleador en el que está instalado el Real Madrid en las últimas semanas, hay que destacar como se han repartido las dianas. Mbappé ha sido el que más veces ha visto la portería contraria al hacer cuatro tantos. Bellingham y Rodrygo han marcado tres goles. Vinicus y Valverde perforaron las redes rivales en dos. Mientras que Brahim y Güler hicieron un tanto cada uno.
En definitiva, unos datos que explican a la perfección el reparto goleador del Real Madrid y la importancia de los cuatro principales atacantes que tiene Ancelotti a su disposición. Especialmente llama la atención el crecimiento goleador de Mbappé, que ha marcado en todos los partidos que ha diputado desde el día de Gerona.
A los catalanes les hizo el tercer gol del encuentro para cerrar el duelo. Unos días después, abrió el marcador contra la Atalanta para, posteriormente, sentir unas molestias que le apartaron del encuentro pasada la media hora. No estuvo presente en Vallecas, pero sí que jugó la final de la Intercontinental, donde marcó el primer tanto para sumar su segundo título como jugador madridista. Y frente al Sevilla, también marcó la primera diana para encarrilar el triunfo contra los andaluces.
Abrelatas Mbappé
Mbappé está de dulce de cara a portería, pero es que además es un especialista en marcar los primeros goles del partido. Los más importantes. En Champions lo ha hecho en dos ocasiones, ante Stuttgart en el debut y frente a la Atalanta, mientras que en Liga lo hizo contra Betis, Celta, Leganés y Sevilla. También abrió la lata contra el Pachuca en la final de la Intercontinental. Es decir, de los 13 encuentros en los que ha visto portería, en siete ocasiones hizo el primero de los tantos.
«Puedo hacer muchos más, sé que tengo mucho más en las piernas. Los últimos partidos juego mejor, creo que el partido de Bilbao me trae buenas cosas. Fallé un penalti y pensé que era el momento de darme cuenta de que tengo que dar mi máximo con esta camiseta y jugar con personalidad», aseguraba Mbappé tras el encuentro.
