Fue la primera gran noche de Kylian Mbappé con el Real Madrid, su primer partido, su primer gol, su primer título… ¿Qué más se le puede pedir a uno mismo día? El francés encajó a la perfección con el resto de grandes nombres, especialmente con un Jude Bellingham que le dibujó el camino hacia su primer tanto como madridista, seguro la primera colaboración de muchas. Hubo también otra primera vez, la de regalar su primera camiseta con el Real Madrid, esta dirigida hacia su padre, Wilfried Mbappé.
El Real Madrid ganó su sexta Supercopa de Europa con un equipo de ensueño que coronó Kylian Mbappé. El francés ya dejó muy buenas sensaciones en su debut, una gran movilidad y muchas ganas de agradar con regates, toques y un poco de virtuosismo que despertó aplausos desde la grada. El público tenía muchas ganas de ver la mejor versión del galo aunque no debemos olvidar que lleva apenas unos días entrenando, le queda aún mucha aclimatación a sus compañeros pese a que ya se vio sintonía. Cosas de genios.
Mbappé cerró el partido con un golazo tras, precisamente, entenderse a las mil maravillas con Bellingham. El inglés fue uno de los grandes nombres del Real Madrid en esta Supercopa de Europa y de sus botas salió un pase medido tras el arrastre y desmarque de Mbappé, que tiró de velocidad para llegar a la asistencia de Jude para hacer el 2-0 y sentenciar el partido y primer título para los blancos de la temporada, una campaña en la que habrá mucho en juego y en la que, con la llegada del francés, aspiran de nuevo a todo.
Fue tras el partido, tras la celebración, festejo y celebración blanca, cuando Mbappé se acercó a su padre, Wilfried Mbappé, con el que estuvo charlando un rato y al que entregó la primera camiseta que se enfundó en partido oficial su hijo. Si Mbappé cumplía un sueño fichando por el Real Madrid, también lo hacía su padre viendo a su hijo llegando a lo más alto. Wilfried no dudó en viajar a Polonia para ver el debut y estreno de Mbappé como madridista, y qué mejor que con gol y título, precisamente uno de los que no pudo conseguir con el Paris Saint Germain.
«Fue una gran noche. Esperaba este momento desde hace mucho tiempo. Jugar con esta camiseta, por este escudo y para esta afición. Es un gran momento para mí. También ganar un título es muy importante, sabemos que aquí tenemos que ganar siempre. Estoy muy feliz. Por el gol seguro. Para un delantero como yo ser decisivo en el primer partido es importante», reconocía tras el partido Mbappé, ilusionado por lo logrado tras sus primeros minutos.
«Pero lo más importante es el placer de jugar. Tenía muchas ganas de jugar con estos compañeros. Fue un gran día. Bellingham y Vinicius son grandes jugadores, pero fue bonito jugar con todos. Aquí tenemos a los mejores jugadores del mundo en todas las posiciones», piropeaba Mbappé a sus compañeros tras la victoria, exultante: «Estoy muy feliz de jugar con toda la plantilla que tenemos. Seguro que vamos a mejorar. Yo voy a mejorar el primero. Es un paso positivo».
Con su primer gol en el bolsillo, ya le preguntaba a Mbappé sobre una cifra de goles, un reto del que no da números, pero ante el que no se pone límites: «¿Más de 50 goles? Somos el Real Madrid y no tenemos límites. No tengo límites. Si puedo marcar 50, pues 50. Pero lo más importante es ganar y mejorar como equipo. Es jugando como un equipo como vamos a ganar. Espero que Rüdiger celebre así conmigo muchas veces (risas). Eso significará que marcaré muchos goles».