Las notas del Mundial: Valverde, Vinicius, Rüdiger, Lunin…
El Mundial de Clubes ha dejado más buenas que malas noticias en el Real Madrid. Los dos partidos que se han disputado en Rabat, a pesar de ser contra rivales de una menor entidad, han servido para que algunos jugadores recuperen sensaciones, pero también ha dejado claro que otros deben subir el nivel y que la polivalencia de algunos no siempre es efectiva.
En el plano más positivo está Fede Valverde. El uruguayo ha recuperado la sonrisa en Marruecos. En lo personal, la vida le ha dado el mejor regalo, tal y como confirmó su pareja a través de las redes sociales. Y al mismo tiempo, en lo futbolístico, el halcón ha vuelto a levantar el vuelo. Tres goles en dos partidos y la sensación de que el mejor Fede está de vuelta, con lo que eso supone para los madridistas.
También ha servido para que Vinicius sea feliz. Lo que estaba pasando en la Liga con el brasileño cada vez estaba más alejado de lo futbolístico, pero en este Mundial recuperó la sonrisa, el baile y los goles. Tres en dos encuentros y un merecido Balón de Oro como mejor jugador de la competición. Y su socio, Karim Benzema, jugó una hora en la final en la que se probó y quedó claro que está de vuelta. Su participación será clave para el devenir del Real Madrid esta temporada.
Lo negativo
En lo más negativo está Rüdiger. El alemán es puro corazón, pero sus errores cuestan caros. En la final salió retratado en los tres goles que recibió un Lunin que tampoco estuvo a la altura ante el Al-Hilal, aunque sí fue fundamental en las semifinales. Alaba, aunque estuvo algo mejor, todavía tiene margen para alcanzar su mejor nivel. Y por último, Eduardo Camavinga sufrió mucho en el lateral izquierdo. No es su posición y cuando tiene delante un extremo rápido y habilidoso, como le pasó ante el Al Ahly lo pasa mal.