El método Pintus sigue en plena forma. Y lo más importante es que el italiano y su equipo tienen a tope a la plantilla del Real Madrid. Si no hay contratiempo de última hora, Carlo Ancelotti podrá contar con toda la plantilla para viajar a Mánchester, donde se medirá al City en la vuelta de las semifinales de la Champions. Tras recuperar a Mendy y Ceballos, ambos titulares frente al Getafe, y después de confirmarse que Camavinga sufre un pequeño esguince de rodilla que no le impedirá estar ante los de Guardiola, todo el equipo está en perfecto estado.
«Tenemos un equipo médico y de preparadores físicos de un nivel muy alto. Todos aportan. En este momento de la temporada también hay que destacar la profesionalidad de nuestros jugadores. No sólo son los técnicos, también los preparadores y los fisios. Es una organización de un gran nivel», aseguró Ancelotti tras ganar al Getafe. El italiano quiso destacar el papel de Pintus y sus hombres, pero también el de unos futbolistas que están al cien por cien centrados en su profesión.
Este rendimiento físico no es nuevo por Valdebebas. Desde que Antonio Pintus aterrizó en el Real Madrid, es habitual ver como los blancos terminan la temporada con el depósito de gasolina a tope. El ejemplo fue en la ida contra el Manchester City, donde 69 horas antes estaban ganando una Copa del Rey ante Osasuna. Los jugadores de Ancelotti no tuvieron ni tres días completos de descanso, pero esto no les impidió rendir al máximo nivel.
Ancelotti y Pintus tenían un plan que cumplieron a la perfección. Sabían que el descanso no era suficiente, aunque sus jugadores recuperaron muy bien. La estrategia pasó por aguantar una primera acometida del City, que duró algo menos de media hora, para poco a poco ir haciéndose son con el mando del partido. Los de Guardiola empezaron a bajar en su intensidad, mientras que los madridistas terminaron como verdaderas motos.
Todo esto Pintus lo consigue con su ya de sobra conocida sierra física. Una vez más, la planificación de la temporada se ha basado en varias fases. La pretemporada, intensa como siempre, permitió a los blancos llenar el depósito de gasolina. El plan era llegar a tope hasta noviembre, cuando las prestaciones de los jugadores comenzaron a bajar. Con el Mundial a la vuelta de la esquina, llegó el primer desplome. Todo controlado y esperado.
Con la celebración del Mundial, los jugadores que no fueron a Qatar, tuvieron dos semanas de vacaciones y luego comenzaron una pretemporada que también llevaron a cabo los mundialistas cuando fueron regresando. En esta segunda parte de la temporada Pintus tenía dos grandes objetivos. El primero, llegar en un buen tono físico, no excelente, a la Supercopa de España que se celebró a principios de enero y donde los blancos perdieron. Esto no lo consiguió y era de esperar. Sí estuvieron mejor en el Mundial de Clubes. Pero el gran despegue empezó en febrero. Ahora, el Real Madrid está alcanzando la última cima física de la temporada.
Un mes de enero complicado
«El bajón de enero era obligatorio para subir ahora», advirtió Antonio Pintus cuando planificó el mayor reto de su carrera. Nunca antes había enfrentado a una prueba como esta. Un Mundial en medio de la temporada que hacía saltar todos por los aires. Pero el italiano asumió el reto y trabajando mano a mano con Ancelotti, él y su equipo están consiguiendo llevar a la plantilla en plenitud al tramo más importante del curso. De momento, el Real Madrid ya ha ganado tres títulos y ahora buscan una nueva Champions.