Kylian Mbappé prometió no perdonar ni un sólo céntimo en la batalla con el PSG por el dinero que lo debía y esa estrategia acabó con victoria. El jugador del Real Madrid tendrá que recibir 55 millones de euros de un Paris Saint-Germain que primero le quitó el dinero que le correspondía (una parte de su prima anual de fidelidad y tres meses de salarios) y después le atacó, llevándole al límite para ver si Mbappé se achantaba. Pero Kylian no se achantó, no aceptó ningún tipo de propuesta de mediación que le ofrecía la liga de Francia, y acabó ganando.
La comisión jurídica de la Liga de Fútbol Profesional de Francia, que era la encargada de resolver el problema entre el PSG y Mbappé, tiró de lógica y acabó señalando lo esperado: el club tiene que pagarle todo el dinero que le debía al futbolista. Había firmado un contrato que se tiene que cumplir y quererse ir de la ‘prisión’ parisina, aunque fuera a coste cero al acabar el contrato, no es motivo para no pagarle los últimos sueldos.
Mbappé fue hasta el final contra su ex equipo sabedor de que la batalla estaba ganada. Esperaba -como así ha sido- que la Liga de Francia actuara con coherencia en este su juicio final con el PSG. Delphine Verheyden, letrada especialista en derechos de imagen que lleva acompañando al futbolista, volvió a representarle una vez más para rechazar la «posibilidad» que planteaba el campeonato de mediar entre las dos partes.
Mbappé y su abogada se sintieron engañados por la cúpula qatarí del PSG, que por su orgullo y mala costumbre de resolver este tipo de cuestiones a base de talonario nunca aceptaron que se marchara al Real Madrid de forma gratuita al acabarse su contrato el pasado 30 de junio. Kylian ahora es feliz en la capital de España y quería que todo este asunto se esclarezca cuanto antes.
No sólo es él quien se ve perjudicado, sino una vez más la imagen de su antiguo club, del que siempre ha tenido buenas palabras tanto estando dentro como una vez lo abandonó. No así con su directiva, por razones obvias. Y es que Nasser Al-Khelaifi, el que mayor enfado tiene por su marcha, todavía le debe a Mbappé esos 55 millones correspondientes a una parte de su prima anual de fidelidad y también tres meses de salario.
Ahora el PSG está obligado a pagar esos 55 millones de euros, tiene -según la resolución de la LFP de Francia- ocho días para hacerlo, pero promete más guerra judicial. No quiere pagar al futbolista y llevará el caso a un tribunal de justicia, apelando la decisión. «(El acuerdo) debe ahora ser impugnado en otro foro legal, al que el Paris Saint-Germain está encantado de presentar todos los hechos en los próximos meses y años», explicó el club francés en un comunicado. Si no pagan, Mbappé puede ir a un Tribunal Laboral a exigir que el PSG le dé ese dinero, toda vez que la decisión de la comisión jurídica de la LFP francesa es vinculante.
La negativa de Mbappé a mediar con el PSG
En un comunicado transmitido a la Agencia de Noticias Francesa (AFP), el entorno del jugador justificó su negativa a dicha propuesta de conciliación, que no es otra cosa que un intento de rebaja de esa deuda por parte del propio campeonato galo. En él, afirman que esta oferta «no servirá de nada, ya que el impago se deduce fácilmente de un simple análisis de las nóminas del jugador».
Este derecho básico de cualquier trabajador es lo que reivindica el capitán de la selección francesa, que desde hace semanas quiere poner punto y final cuanto antes a su relación con el PSG.
La insistencia de Al-Khelaifi en un proceso largo
El campeón de la Ligue 1 está convencido de que el proceso judicial por este problema laboral será largo (así lo avanzan en el comunicado, diciendo que espera que se vaya a «meses y años») y que «seguramente» desfavorecerá a Mbappé, como se puede prever con un club dirigido desde Qatar y con semejante poder en Francia y en el plano europeo y mundial.
En una nota de prensa, el PSG insistió en que el delantero «ha asumido compromisos claros, repetidos tanto en público como en privado, y que estos compromisos deben ser respetados», en referencia a los pagos a los que renunciaría en caso de irse libre del club, lo que se dio a conocer como el famoso pacto de caballeros entre él y Al-Khelaifi.
Asimismo, los parisinos recordaron que estos compromisos se dan «en el marco de siete temporadas fantásticas correspondientes a una inversión sin precedentes por parte del club», en referencia al estratosférico salario acordado en 2022 durante la renovación del jugador. Sin embargo, lo que la abogada de Mbappé le habrá recordado al PSG es que no importa que las cifras sean desorbitadas y que el ya antiguo empleado está decidido a cobrar cada céntimo que se le debe por su brillante estancia en el equipo de su ciudad.