El Real Madrid se dio de bruces con su realidad en Vallecas. Esa que le negó el liderato tras volver a resbalar ante un Rayo que cargó de minas el terreno de juego. Todas le explotaron al equipo blanco que, pese a la descoordinación coral, llegó a ponerse en ventaja después del brío de Rodrygo, asistente primero y goleador después.
No obstante, fue insuficiente para que el equipo blanco esquivara los rayo del Rayo. Dos misiles, convertidos en cabezazos de Unai López y Mumin, hicieron claudicar al Real Madrid. En el primero, De Frutos deja atrás muy fácil a Fran García y Unai López remata libre de marca, sin presión de Lucas Vázquez. En el segundo, Mumin saca tajada de su mayor altura sobre el gallego
De nuevo a través de la vía área, la kryptonita de los de Ancelotti a lo largo de la temporada en general y último tramo del año en particular. Las últimas derrotas de los blancos concurren en un mismo denominador común: los saques de esquina. En Vallecas fueron los mencionados futbolistas quienes reprodujeron un desacierto recurrente. Tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Las últimas dos derrotas continentales, ante Liverpool y Milan, se desarrollaron en las alturas, en saques de esquina mejor dicho. Malick Thiaw inició la toma del Bernabéu de los rossoneri y Gakpo precintó la victoria de los ingleses en Anfield. Antes, Barcelona, Stuttgart y Mallorca ya habían infligido daño desde el banderín de córner. «No somos un equipo muy alto», describió Ancelotti en Vallecas.
Problema aéreo del Real Madrid
Siete de los 27 tantos encajados por el equipo de Ancelotti, lo que se traduce como el 26%, es decir, poco más de uno de cada cuatro goles, han llegado de cabeza. Se desangra el Real Madrid en las alturas, fruto de la poca consistencia defensiva que atesora. Los remiendos a las lesiones de Mendy, Alaba, Carvajal y Militao son parches que no mantienen la garantía del plan A.
Los blancos han recogido el balón de su portería hasta en 16 ocasiones en los últimos diez partidos. Lo que arroja una media 1,6 tantos encajados por partido. «Hoy hemos empezad el partido sin muchos titulares, sin Mbappé, sin Vini, sin Camavinga, sin Mendy, sin Militao, sin Carvajal, sin Alaba… Siete. Y los otros han competido muy, muy bien. Cuando vuelvan todos, el equipo será mucho mejor», detalló Ancelotti tras no superar al Rayo.
Tchouaméni también tiene algo que decir en esta ecuación. El francés relegó a Asencio, pese a sus notables actuaciones, al banquillo. El galo siempre ha entrado en los planes del técnico italiano, ello, y los centímetros, fueron el motivo del cambio.
«Asencio lo ha hecho muy bien en Liverpool. Esto es por poner un poco más de altura en la línea de atrás, teniendo en cuenta que Lucas Vázquez no es su mejor cualidad cabecear, como Fran García. Aurelien nos lo debe dar», aseguró Ancelotti. De momento le sale cruz la estrategia. El mal de altura pasa factura al Real Madrid.