Luka Modric es infatigable. Con sus 39 años bien cumplidos, el croata sigue siendo un elemento fundamental del Real Madrid y de Croacia. Esta temporada, el mediocampista ha disputado todos los partidos posibles, ya sea con su club o con su país. 17 con los blancos, seis con la selección, 23 de 23. Eso sí, con los merengues, el 10 no es titular indiscutible, sin embargo, con su patria sí lo es. En esta fase de grupos de la Liga de las Naciones, el Balón de Oro disputó 515 minutos de 540 posibles. Con la Casa Blanca, el medio recopila 795 minutos.
Luka Modric ya era un histórico de su selección, pero ahora más. El 10 del Real Madrid llegó a la cifra simbólica de los 184 partidos con la elástica croata. Un número que, a primera vista, parece uno más. La selección balcánica fue fundada en 1912. No obstante, fue inscrita en la UEFA en 1992 tras su independencia (1991). Desde entonces, Croacia ha disputado un total de 365 encuentros como país independiente. En otras palabras, Luka ha participado en más de la mitad de los partidos que disputó su patria en toda su historia.
Además, en la Liga de las Naciones, Modric fue clave para los suyos. Titular indiscutible, Zlatko Dalić ha podido contar con su capitán. El centrocampista marcó un gol en esta fase de grupos, uno de los más importantes. En el partido de ida contra Polonia, Luka fue el único en anotar. Su diana ofreció la primera victoria de la campaña a los croatas. En el último parón, Luka Modric y sus compañeros consiguieron clasificarse a los cuartos de final y se medirán a Francia en el mes de marzo.
Con el Real Madrid, Modric asume un rol secundario, aunque disputó todos los encuentros de la temporada. En 17 partidos esta temporada, Carlo Ancelotti puso al croata unas siete veces de inicio. El capitán ‘lidera’ al barco siempre que está en el campo. Ante el complicado inicio de temporada de los blancos, Luka no dudó en alzar la voz en los vestuarios.
Los jugadores del Real Madrid se reunieron en Valdebebas para una conversación sincera y directa. Durante estos momentos cruciales, surgieron verdades importantes que, aunque incómodas, necesitaban ser expresadas. El liderazgo de Modric brilló especialmente, continuando con su papel de portavoz del equipo que ya había demostrado anteriormente, como después de la derrota contra el Lille en la Champions, cuando junto a Carvajal abordaron frontalmente los desafíos del equipo.
Como líder natural, Modric enfatizó la importancia de la unidad y el espíritu de equipo. Recordó los triunfos de la temporada anterior, cuando superaron adversidades significativas, incluyendo lesiones críticas, para conseguir la Liga y la Champions. Un logro aún más notable considerando los contratiempos de agosto, cuando perdieron a Courtois y Militao casi para toda la temporada. Y esta temporada, ha vuelto a pasar. Las lesiones no se están portando con el Real Madrid, pero es lo que hay.
Modric apeló tanto a las emociones como al orgullo profesional del equipo, que parecía haber perdido su identidad característica. Luka expuso claramente las críticas externas que se escuchaban fuera de Valdebebas, sobre la falta de solidaridad y compromiso. Su mensaje resonó profundamente en el vestuario, motivando al equipo a demostrar su verdadero carácter en el entrenamiento. Lo que más afectaba al equipo era que se cuestionara su dedicación y entrega, pero Lukita supo levantar los ánimos.