Nasser Al-Khelaifi no respetó al Real Madrid en el duelo de semifinales del Mundial de Clubes. El dirigente del Paris Saint Germain se río del equipo blanco cuando vio que su equipo conseguía un triunfo por 4-0 celebrando el resultado en la cara de Florentino Pérez y Gianni Infantino en una imagen inusual. El karma se la ha querido devolver al empresario qatarí.
El jefe del PSG sufrió con máxima impotencia cómo el Chelsea bailaba a su equipo en la primera mitad de la final del Mundial de Clubes. Los blues consiguieron un 3-0 espectacular en apenas 40 minutos que hizo que su cara de felicidad en la semifinales se torciese en un gesto completamente apático y de enfado mientras las cámaras de televisión le volvían a enfocar.
Al-Khelaifi, uno de los grandes enemigos del madridismo por su bullying a Kylian Mbappé, vio así lo complicado que es ganar títulos y que no hay que vender la piel del oso antes de cazarlo. Su PSG se vio completamente sobrepasado por un Chelsea que supo encontrar las fisuras en el esquema de Luis Enrique.