No corren buenos tiempos para Isco Alarcón. Se podría decir que el malagueño está pasando totalmente desapercibido esta temporada. A todo ello hay que sumar lo que pasó el curso pasado, sentenciado por Solari cuando el argentino ocupó el banquillo blanco. Pero la realidad es que el futbolista tampoco ha aprovechado las oportunidades que ha tenido para reivindicarse. Durante este parón internacional, Isco se ha quedado bajo las órdenes de Zidane, al que quiere convencer para ganarse un sitio en el equipo blanco.
Hace mucho que el Santiago Bernabéu no disfruta de ese Isco que hacía las delicias de la afición con maravillosos controles, regates, pases y goles. Quien más se da cuenta de todo eso es el propio jugador, que durante las últimas semanas ha cambiado radicalmente de actitud tras estar un tiempo como desganado, sin que nada le importase. Se ha dado cuenta que está en su mano dar ese paso adelante para convencer a Zizou, que por otro lado siempre se ha declarado admirador del juego de Isco.
Quiere ganarse el puesto
El técnico merengue habló con él y le aseguró que volvería a ser importante si se lo ganaba, en los entrenamientos y en los partidos que pueda disputar. Ante el Eibar protagonizó buenos minutos, y esa es la línea a seguir, además de alcanzar su pico de forma, pues está más fino pero todavía le queda. Mientras tanto, aprovecha el parón para dar el cien por cien bajo las órdenes del francés.
Isco quiere ganarse un puesto en el Real Madrid… y también en la selección. Y es que el malagueño ha dejado de contar para Robert Moreno, otro entrenador que en su día le elogió públicamente. Sabe que para volver al combinado nacional debe demostrar mucho más con el equipo blanco. Se ha puesto el mono de trabajo y está a tiempo de recuperar su mejor nivel, pero va a depender de su actitud y de sus ganas. De su calidad nadie duda…
