El calvario de Eden Hazard no está afectando mentalmente al jugador, que continúa con el proceso de recuperación de su última lesión. El extremo belga no tiene la continuidad necesaria debido a los constantes problemas físicos que le lastran desde su fichaje por el Real Madrid, pero su gran vínculo familiar le ayuda a sobreponerse, tal y como aseguró en una entrevista concedida a la revista On The Front Foot.
«Tengo la suerte de que cuando estoy lesionado y tengo que quedarme en casa, mi familia me ayuda a pasar por ello. No es el fin del mundo porque puedo pasar tiempo con mis hijos. Cuando estás lesionado y solo, puede ser duro, pero a mí me apoya mi familia», analiza Hazard, que mantiene el optimismo con respecto al futuro más cercano, en el que espera encontrarse sano y así poder afrontar sus retos con el Real Madrid y con la selección belga.
El madridismo se impacienta, lógicamente, con Hazard y sus constantes problemas físicos. Sin embargo, el atacante pide paciencia. «Cuando estás lesionado puedes hacer muchas cosas. Puedes trabajar para ponerte bien más rápido, pero las lesiones que he sufrido exigen tiempo para curarme. Solo tengo que esperar, trabajar duro y mejorar. Cuando estoy en casa, puedo disfrutar de tiempo familiar».
Hazard permanecerá de baja alrededor de un mes tras confirmarse su última lesión. El ‘7’ del Real Madrid sufrió una lesión muscular en el recto anterior izquierdo, la novena desde su llegada a la entidad madridista en el verano de 2019.
El extremo analizó, ante el medio citado, los servicios que le prestó el Real Madrid a su llegada al club, facilitando todo tipo de adaptación. «Hay gente en el club que ayuda a los jugadores, pero cuando llegué dije que quería hacerlo yo. Encontré casa y teníamos mirados colegios para los niños. Sin embargo, hay personas en el Real que ayudan mucho con cualquier cosa, lo cual es bueno porque hay muchos extranjeros con familias jóvenes», afirmó.
Los objetivos de Hazard aún son ambiciosos, pese a su edad y las constantes lesiones que le han mermado en los últimos tiempos. «Sólo espero jugar al fútbol lo máximo que pueda. Siempre intento disfrutar en el campo. Cuando llegue el final de mi carrera podré ver lo que he conseguido, pero mi prioridad ahora es jugar bien y disfrutar de mi fútbol. No pienso dónde estaré en unos años, intento concentrarme en el siguiente entrenamiento y en el siguiente partido. Sólo tengo 30 años recién cumplidos y me siento bien; ojalá pueda jugar otros cinco o seis años».