Tras ser expulsado contra el Real Madrid

Gabriel Paulista pide perdón tras la brutal patada a Vinicius: «No quise hacer daño»

El capitán del Valencia se disculpa tras la grave agresión sobre Vinicius que le costó la roja directa en el Real Madrid - Valencia

La salvaje agresión de Paulista a Vinicius que le costó la expulsión

Vinicius se abrazó con Ancelotti para celebrar su gol al Valencia

Gabriel Paulista
Paulista, tras ver la tarjeta roja. (AFP)

La entrada de Gabriel Paulista pudo tener consecuencias más graves de las que tuvo sobre Vinicius. El cortocircuito del central del Valencia fue alrededor del minuto 72, cuando el partido comenzaba a írsele al conjunto che, cuando éste dio una patada sin sentido al brasileño para frenar su carrera directa a la portería. Alberola Rojas no tuvo ninguna duda con él y le mostró la tarjeta roja, dejando con 10 al Valencia. Horas después de lo sucedido, el capitán valencianista se disculpa a través de sus redes sociales: «No quise hacer daño».

El partido se estaba yendo al Valencia cuando Gabriel propinó esa salvaje patada sin sentido a Vinicius. Pudo hacerle mucho daño pero la reacción del madridista fue ir directo hacia su compatriota para recriminarle su brutal acción, se encaró a él para exigirle explicaciones. El colegiado fue rápido a frenar lo que pudo ser una gran tangana, mostrando rápidamente la roja directa al central valencianista y dejando en nada esa reacción en caliente del extremo.

«Acepto la crítica y la tarjeta roja, no estoy orgulloso. Soy un jugador contundente, pero noble. Respeto a Vinicius y no fue nunca mi intención hacerle daño», escribía en sus redes sociales el capitán del Valencia, un Gabriel Paulista que perdió los papeles, dejó con 10 y sin opciones de reacción a su equipo, marchándose al túnel de vestuarios.

Gabriel Paulista, a modo de justificación explicaba que están «sufriendo mucho en este gran club, viviendo una situación muy difícil y los sentimientos están a flor de piel», escribía, y añadía que «a veces resulta difícil controlar los nervios» para minimizar su agresión al jugador del Real Madrid.

«No los controlé y pido disculpas de corazón», aludía sobre sus nervios, un jugador muy temperamental, con gran experiencia en la competición a sus 32 años, que esta temporada curiosamente sólo ha visto una amarilla en 12 partidos. «Lo siento afición. Vamos a seguir peleando hasta el final por revertir esta situación. Que nadie dude de nosotros», sentenciaba el central del Valencia.

 

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