“¡Método Pintus! ¡Método Pintus!”. Este era el grito de Luka Modric en el vestuario del Real Madrid minutos después de haber ganado en la prórroga al Manchester City para clasificarse a la final de la Champions. Abrazando al preparador italiano, el croata señalaba a quien era uno de los principales culpables de que los blancos estén terminando la temporada como verdaderos aviones en el plano físico. Los hombres de Ancelotti vuelan en los tramos finales de los partidos, tal y como se ha demostrado en todas las eliminatorias de la Champions. PSG, Chelsea y los de Guardiola sufrieron la energía de los madridistas, que ahora tienen como objetivo llegar a tope a la final de la Champions que se celebrará el próximo 28 de mayo en París.
Pintus tiene por delante 19 días para llenar el depósito de los jugadores por última vez esta temporada. El reto del preparador físico y su equipo es que la plantilla se presente en la capital francesa a tope físicamente. En Valdebebas saben que el duelo ante el Liverpool será muy intenso y estar fresco de piernas será muy importante para un Real Madrid que busca la Decimocuarta.
El método Pintus ya tiene pocos secretos. Todos saben lo que hace, pero el misterio está en que nadie es capaz de hacerlo como él y su equipo. En estas tres semanas, dos de ellas libre de partidos, el italiano no hará grandes innovaciones. Y es que, el trabajo de base ya está hecho tras más de nueve meses de temporada. La plantilla está alcanzando el último pico de forma del curso y el objetivo en estos días es conseguir que este punto álgido sea lo más alto posible. Para ello, trabajarán en Valdebebas y tendrán tres partidos de Liga que utilizarán para no perder el ritmo.
El plan del método Pintus se basa en que los jugadores experimentan picos de forma a lo largo de la temporada. El objetivo es alcanzar el nivel óptimo justo antes de Navidad y entre los meses de abril y mayo. Si como hasta el momento el método sigue funcionando, los blancos ahora mismo están muy cerca de coronar el último pico, el más alto, que se debería ver en la final de París.
Experiencia contrastada
Todo el mundo habla del método Pintus y no es para menos, pero la realidad es que siempre que el italiano ha estado a los mandos de la preparación física el proceso ha sido el mismo. El Real Madrid voló en 2017 contra la Juventus en la final que se jugó en Cardiff y acabó mucho mejor que el Liverpool el encuentro que se celebró en 2018 en Kiev. El plan pasa por repetir el proceso para París, donde el italiano se prepara para llevar a un equipo por séptima vez a una finalísima. Con la Juventus lo hizo tres veces, con el Mónaco en 2004 otra y con los blancos ya lo consiguió en dos ocasiones.
En estas semanas Pintus y su equipo, porque el italiano no está solo en todo este proceso, tratarán de estar pendiente de los jugadores tocados y se centrarán en qué está sucediendo con los abductores de los futbolistas. Posiblemente, el único pero de la temporada en el plano físico. En un curso donde las lesiones han sido muy pocas, el músculo que ha traído por la calle de la amargura tanto a los preparadores como a los servicios médicos del club ha sido el abductor. El último en caer ha sido Ceballos, que estará dos semanas apartado de los terrenos de juego.