Hace unos años Florentino decidió empezar a cuidar su alimentación con más celo. Seguramente los únicos que lo han lamentado son aquellos que ahora le acompañan a la mesa en comidas menos copiosas. Florentino quiere mantenerse joven y en forma y seguir disfrutando de una de las obras de su vida: el Real Madrid.
Si el dirigente madridista fue exigente en su dieta alimenticia, no lo ha sido menos en su cada día más restrictiva estrategia de fichajes. Es común escuchar literal o figuradamente «no hay dinero» de la boca de Florentino, aunque sería más exacto que dijera «no hay dinero para eso». Seguramente la pandemia, y sus consecuencias económicas, han reafirmado al presidente del Real Madrid en esa línea maestra que cada vez lleva con más convencimiento y devoción.
Florentino ya sólo levanta el dedo para un fichaje si entiende que el jugador propuesto es realmente especial y, además, tiene por delante un largo recorrido en el club. Sólo cabe realizar excepciones si las mismas no hipotecan, pero ni un poco, el futuro del club. Los ejemplos de las cesiones de Joselu y Kepa serían buenos exponentes de ello. Florentino ya sólo se ilusiona y apuesta por los Camavingas y Bellinghams de turno y dado que su confianza en Juni Calafat va claramente al alza, no duda cuando Juni y José Ángel le traen a su mesa uno de esos jugadores especiales.
Importó poco que Rodrygo y Vinicius, fichados con meses de diferencia, fueran juveniles que compartiesen la misma posición. O que algo similar aconteciese con Camavinga y Tchouameni: si el jugador tiene potencial de ser verdaderamente especial y diferencial y es joven, importa más su nivel que la posición en el campo que tenga. Eso ya será problema del entrenador.
Las comparaciones odiosas con el Barça
Mientras el Real Madrid, desde el no del PSG por Mbappe en 2021, ha hecho nueve incorporaciones (contando a Endrick y las dos cesiones comentadas), su rival, el Barça, ha contratado a 26 futbolistas que le han cambiado muy poco la vida. En la dieta de Florentino no cabría fichar a Lewandowski con 34 años y contrato ascendiente o a Raphinha, un extremo brasileño próximo a los 26 años que estaba en el Leeds. Pese a que el volumen de fichajes suele vender más en verano que la calidad de los mismos, Florentino no se concede ni un poquito de populismo en su forma de proceder y gestionar el Madrid.
Por supuesto que las ventajas de la dieta de Florentino son evidentes y en la comparación con el Barcelona se hacen muy patentes, pero no siempre es fácil actuar así. Ante la perspectiva de poder fichar a Mbappe en 2024, Florentino se puso a dieta el pasado verano y sustituyó a Benzema con Joselu. La confianza en el resto de atacantes era tal, que el clamor popular del madridismo no le hizo cambiar el paso.
En estas Navidades, con Militao y Alaba en el dique seco, Florentino volvió a decir «no hay dinero». Seguramente la renuncia de hoy pueda debilitar al Madrid en el corto plazo, aunque se tiende a minusvalorar mucho el nivel y polivalencia de su plantilla, pero en el largo plazo posibilitará que el Madrid fiche al siguiente central joven y especial que muestre el mercado. Y seguramente ese fichaje se producirá en unas condiciones ventajosas para el club madridista.
Cuando tienes claros tus objetivos y orientas tus esfuerzos hacia ellos, el universo te suele brindar oportunidades para conseguirlos en forma de contratos que se acaban y la voluntad de los futbolistas de empezar a disfrutar con la quinta de Juni. La dieta Florentino surte efectos para muy bien en el club blanco.