Carlo Ancelotti no pudo contar con la presencia de Davide Ancelotti a su lado en el duelo que enfrentó a Sevilla y Real Madrid en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. El segundo entrenador e hijo del italiano está en Cardiff, donde se está terminando de sacar la Licencia UEFA Pro para poder comenzar, cuando lo estime oportuno, su andadura como primer técnico.
David tiene entre sus planes de futuro entrenar en solitario, aunque por el momento seguirá junto a su padre una temporada más en el Real Madrid. Aunque ha tenido oportunidades para volar solo, el próximo curso continuará en la entidad blanca, siendo el primer asistente del italiano.
Davide es mucho más que un simple asistente. De hecho, en el club hablan de él como «un joven apasionado de su trabajo y obsesionado por la táctica». Tiene un laboratorio donde se desmenuza a cada rival y se estudian los movimientos propios y contrarios para conseguir la victoria. Junto a Francesco Mauri, Llopis y el resto de staff preparan entrenamientos y partidos. Un trabajo que, como es obvio, luego supervisa con detalle el propio Carletto.
Davide destaca por ser muy directo con los jugadores. Está muy alejado de la figura de asistente pesado que aburre a los futbolistas con discursos eternos y complejos. Él es amigo de decir lo justo para que el deportista capte rápidamente el mensaje. Se ayuda de imágenes y vídeos, pero sólo para que la explicación sea más sencilla. Además, los hombres de Ancelotti saben que en la figura de su hijo tienen un técnico joven, preparado y compresivo con el que pueden hablar y que les va a aconsejar y ayudar en todo momento.
Es habitual ver a Ancelotti en los partidos hablar con Davide. El italiano le consulta casi todo a su principal ayudante, que toma la voz cantante en las jugadas a balón parado. La táctica es su territorio.