El Clásico de este miércoles tendrá algo de azul, de gallo, de blues… Real Madrid y Barcelona se enfrentarán con parte de su armadura al ritmo de La Marsellesa. De los 22 futbolistas que saltarán al césped en el Camp Nou es más que posible que cinco de ellos sean franceses y otro aguarde en el banquillo: Antoine Griezmann, Clement Lenglet, Samuel Umtiti, Raphael Varane, Frederic Mendy y Karim Benzema. Y no hay que olvidar que Zinedine Zidane organizará desde la banda a los blancos.
Parte de la columna vertebral del Real Madrid habla francés. Karim Benzema es líder indiscutible de este nuevo equipo blanco. Desde la marcha del Cristiano Ronaldo, el galo ha ganado galones sobre el terreno de juego. Dirige, crea y golea desde la posición de 9, esa que lleva siendo suya desde hace una década. Otros dos conforman el entramado defensivo merengue. Varane y Mendy se suman a Carvajal y Ramos para comandar la retaguardia. Un veterano y un recién llegado que dan más músculo, más gallo, a este equipo blanco.
Al otro lado, en frente, estarán Griezmann y Lenglet. Dos de los últimos en llegar a los planes de Ernesto Valverde, dos plenamente asentados en el puesto de titular en el Camp Nou. Aún se espera allí al 7, que desde su llegada todavía no ha sacado a relucir lo que la valió su fichaje, el gol y lo determinante que era en Atlético de Madrid. Su asociación con Suárez y Messi, aún germinando. Lenglet cayó de pie junto a Piqué ante la ausencia de competencia, con un Umtiti, el otro factor francés del Barça, en una vorágine de lesiones y conductas inapropiadas en la Ciudad Condal.
El impacto francés en el Clásico será casi tan importante como el español. Sobre el césped, a priori, estarán Sergi Roberto, Piqué, Busquets y Jordi Alba por el lado blaugrana, y Carvajal, Sergio Ramos y posiblemente Isco por el lado blanco. Seis o siete por los cinco gallos que pelearán en el corral este polémico Clásico de la concordia. Atrás queda esa época en la que los brasileños, tanto en uno y otro lado, ponían la samba en los duelos entre Barça y Madrid, ahora suena La Marsellesa…