El pulso de Gareth Bale continúa. El extremo galés está desafiando al club que le paga. Este sábado, tras un mes sin jugar con el Real Madrid por esa supuesta lesión que arrastraba, ha sido titular de nuevo con su selección, con la que por otro lado le «emociona más» jugar. Fue precisamente defendiendo a su país cuando cayó lesionado durante el último parón internacional. El club blanco no hizo oficial el parte médico del futbolista, que durante todas estas semanas no ha estado disponible para Zidane.
Al francés se le ha preguntado por activa y por pasiva por el británico, que además viajó a Londres con permiso de la entidad y se reunió con sus representantes, despertando los rumores sobre una posible salida. Volvió de Inglaterra, pero siguió trabajando al margen en Valdebebas y partido tras partido se fue quedando fuera de las convocatorias. No entró en ninguna lista por lesión, pero Gales volvió a citarlo para la presente ventana FIFA y este sábado fue titular.
Jugó los primeros 58 del encuentro ante Azerbaiyán, pero pasó desapercibido y estuvo apático en la victoria de su selección por 0-2. Todavía tiene posibilidades de clasificarse Gales para la Eurocopa 2020, aunque no es sencillo porque no depende de sí misma. Tiene que ganar el partido que le queda y que Eslovaquia no gane los dos.
En Concha Espina obviamente no sienta bien que precisamente regrese a los terrenos de juego justamente para competir con su selección, pero no se puede impedir a un jugador acudir con su combinado nacional. La situación se está agravando durante las semanas, pues la afición también es consciente de todo lo que está sucediendo en torno a su figura. Mientras tanto, a Bale se le ve tranquilo. Carga contra la prensa española porque habla mucho de él y dice que juega porque se ha recuperado.