Arda Güler podría volver a tener minutos contra Las Palmas. La joven joya turca no será titular en Gran Canaria pero la baja de Bellingham por sanción le abre una puerta en un partido que se presenta como a cara perro para el Real Madrid. Después de meses de dolencias musculares, el joven demostró su talento en el duelo de Copa del Rey ante la Arandina y también dejó algunos destellos de calidad o Atlético en la Supercopa.
La actitud del jugador ha sido, desde el principio, inmejorable. Ancelotti no duda de su habilidad y técnica con el balón pero sí de su físico y conocimientos tácticos, algo que no le permite disputar aún minutos importantes. Precisamente para que coja experiencia en este ámbito que va más allá del manejo del esférico, el club le recomendó una salida en forma de cesión, como ya hizo con Brahim. Una fórmula que, sin duda, resultó exitosa con el talento malagueño. Pero el turco se negó, prefiere aprender rodeado de los mejores y esperar su oportunidad para demostrar que puede ser útil.
Pero jugar en el Real Madrid está muy caro. Buena prueba de ello fue el encuentro del pasado fin de semana frente al Almería. Un partido que se puso cuesta arriba y que necesitó decisiones drásticas desde el banquillo. Aquel día, Arda Güler vio en la situación del rival en la clasificación, una oportunidad de oro, inmejorable para debutar en el Santiago Bernabéu, una de sus ilusiones.
Pero el desarrollo del choque llevó el plan inicial por otros derroteros lo que provocó una cierta frustración en el turco que, cuando vio que Camavinga iba a ser el último cambio, lanzó al suelo el peto de calentamiento. Una reacción reprochable pero que solo puso de manifiesto las ganas del futbolista por participar y agradar a la afición. Por ello, el gesto no le va a pasar factura. El cuerpo técnico entiende perfectamente su situación, más aún tras el inicio que ha tenido en el club blanco con la rotura de menisco y las dos lesiones musculares.
El momento de Arda Güler
El partido ante el Almería le dejó otra lección a Arda Güler. Todo un Balón de Oro, reconocido por todo el planeta fútbol como es Luka Modric, también se quedó sin disputar ni un solo minuto. Algo que mostró al turco lo caro que es tener minutos en un equipo como el Real Madrid, con una profundidad de plantilla que muchos entrenadores quisieran para ellos.
El joven, de 18 años, ha entendido la cautela que Ancelotti está teniendo con su adaptación y con su puesta a punto. El italiano le premió jugando la última parte de la prórroga contra el Atlético de Madrid en la semifinal de la Supercopa de España. El entrenador blanco buscaba tener el balón una vez que el Real Madrid se puso por delante en el marcador y creyó que el joven talento podía ayudar en esa función. Ahora, tras no disputar minutos en los partidos posteriores, Güler espera tener una oportunidad contra Las Palmas.