El Real Madrid jamás olvidará 2024. El club blanco ha cosechado cinco títulos durante el año natural: Supercopa de España, Liga, Champions League, Supercopa de Europa y Copa Intercontinental. Con estas cinco conquistas, el barco madridista iguala el mejor año de su historia, 2017. En los últimos doce meses, Chamartín ha vivido muchas alegrías, aunque también hubo alguna decepción. Sin embargo, a escasas horas de comerse las uvas, estos son los diez mejores momentos del año.
El Real Madrid y Vinicius bailaron al Barça
El año empezó fuerte, muy fuerte. En Arabia Saudí, el Real Madrid conquistó la Supercopa de España. Después de haber derrotado al Atlético de Madrid en las semifinales, los blancos tenían que derrotar al Barcelona para levantar el primer trofeo del año. Para ello, Carlo Ancelotti pudo contar con Vinicius. El brasileño se vistió de héroe. En los primeros 40 minutos del partido, el carioca sentenció a los culés con un hat-trick. Resultado final: 4-1 ante su mayor rival.
Adiós a Guardiola
En cuartos de final de la pasada edición de la Champions, el Real Madrid se volvía a encontrar con el Manchester City. El año anterior, los skyblues habían corregido a los madridistas en el Etihad (4-0). Tras un espectacular empate a tres en el Santiago Bernabéu, todo se volvía a decidir en tierras inglesas.
Rodrygo abrió la lata antes del cuarto de hora y De Bruyne puso tablas antes del minuto 80. Fue una pesadilla, el acoso era total. Los chicos de Guardiola tiraron unas 33 veces, contra 8 para Concha Espina. Sin embargo, el Real Madrid aguantó hasta los penaltis y conquistó la victoria.
Todo esto, gracias a Lunin, en mayor parte. El portero fue intratable durante dos horas y en la tanda definitiva, el ucraniano paró los intentos de Kovacic y de Bernardo Silva. Al principio de temporada, la rodilla de Courtois hizo ‘crac’. Chamartín fichó entonces a Kepa Arrizabalaga para competir ante él. Sin embargo, este era su momento. El vasco defendió en pocas ocasiones los tres palos madridistas frente al muro Lunin, que se ganó una línea dorada en los libros merengues.
Joselu, el doblete de su vida
Queda un partido para llegar a Wembley. El Real Madrid recibe al Bayern de Múnich con tablas en el marcador. El 2-2 y el doblete de Vinicius en Alemania hacían que los dos equipos tenían las mismas probabilidades de llegar a la final.
Durante todo el encuentro, los pupilos de Carlo Ancelotti lo intentaron… pero a 20 minutos del final, Alphonso Davies firma el primero del partido. Parecía misión imposible, hasta que aquel canterano saltó a la cancha. «Calentaba el banquillo y ahora sin mí pierden», cuenta una de las canciones preferidas de Joselu (del rapero Cruz Cafuné). Pues, Selu hizo honor al canario.
El ariete apareció en el minuto 81. Con el marcador en contra, el canterano esperó este momento durante una vida entera. En el 88′, marca el gol del 1-1 en un error garrafal de Neuer, el único del encuentro. 180 segundos, más tarde, Joselu enjaula el segundo. Szymon Marciniak, el colegiado del partido, consulta al VAR, pero la decisión es inevitable. El Santiago Bernabéu estalla, el Real Madrid luchará por la Décimoquinta en Wembley.
La 36ª Liga
En Liga, el Real Madrid no titubeó. Si bien fue preocupado ligeramente por el Girona, los blancos conquistaron su 36ª Liga sin muchas inquietudes. Gracias a un Jude Bellingham que fue estelar, sobre todo en los inicios. Para su primer curso en Chamartín, en inglés marcó 13 goles en los primeros 15 encuentros ligueros con la elástica madridista. O sea, un mejor registro que un tal Cristiano Ronaldo. En total, el nativo de Birmingham acabó el curso (en Liga) con un total de 19 zarpazos.
La Décimoquinta
Después de vivir dos eliminatorias insufribles, una vez más, el Real Madrid volvía a una final de la Champions. En Wembley esperaba el Borussia Dortmund. Los alemanes dieron mucha guerra a los merengues, pero era inviable perder tras todo el camino recorrido. Y si no, decídselo a Carvajal. En un córner, el jugador más bajito de la plantilla en aquel momento abrió la lata de cabeza. Su tanto abrió las puertas de la victoria. Unos instantes más tarde, Vinicius sentenció a Terzic. 2-0, el Real Madrid es campeón de Europa por 15ª vez.
Kroos se retira y Nacho deja su casa…
Las bonitas historias siempre tienen un fin. Kroos y Nacho dijeron adiós a la Casa Blanca de manera definitiva tras aquel partido en Wembley, después de que ambos hayan ganado su sexta Champions particular.
El alemán sorprendió a todos. El 21 de mayo, Toni anunciaba que colgaría las botas después de la Eurocopa. Un shock. Pero él siempre avisó: «Me retiraré cuando estaré en lo más alto». A cualquier madridista le habría encantado que fuese una mentira. En total, Kroos disputó 465 partidos con el Real Madrid en diez años, conquistando un total de 23 títulos.
Nacho, hijo del club, decidió irse también. No para colgar las botas, sino para ‘cambiar de aires’. Durante 23 años, el zaguero defendió cuerpo y alma la camiseta del Real Madrid. En el primer equipo desde 2011, el central lo tuvo crudo. Pero su compromiso era ejemplar. Peleó temporada tras temporada y se marchó siendo el capitán del barco. Antes de la Supercopa de Europa, el canterano y Modric eran los dos jugadores más titulados de la historia del club con 26 conquistas (ahora 28 para el croata).
¡Por fin llegó!
3 de junio, bombazo mundial. «El Real Madrid C. F. y Kylian Mbappé han alcanzado un acuerdo por el que será jugador del Real Madrid las próximas cinco temporadas». Así anunció la entidad madridista la llegada de su nueva súper estrella, Kylian Mbappé. Tras siete años de un culebrón que parecía interminable, el francés por fin se unió al club de su vida. «Un sueño hecho realidad», decía el ariete. Su historia de blanco podía empezar finalmente.
Primer partido, primer gol, primer trofeo
Dos meses más tarde, sin pretemporada con el equipo y una corta preparación en Valdebebas, Mbappé se estrenaba oficialmente con la camiseta del Real Madrid. Para su primer partido, final de Supercopa de Europa ante la Atalanta en Varsovia. Es uno de los raros trofeos que le falta en su palmarés. Sin embargo, Kyks no tembló. Marcó una diana y levantó su primer trofeo de blanco.
El The Best de Vinicius
Una semana antes de la ceremonia del Balón de Oro, Vinicius demostró al mundo entero que era el mejor jugador del mundo. Contra el Dortmund en el Bernabéu, el Real Madrid no consigue llevarse la ventaja y se va a los vestuarios con un 0-2 en el marcador. No obstante, en la segunda parte, Vini llegó y conquistó. El carioca firmó un nuevo hat-trick y remontó casi por sí mismo el encuentro. Resultado final, 5-2.
En París, Rodrigo Hernández fue finalmente quién levantó la bola dorada, pero el mundo del fútbol lo tiene claro: Vinicius es el mejor futbolista del planeta. Semanas después, el 7 fue galardonado como The Best por la FIFA y fue elegido «mejor jugador del año por los Globe Soccer Awards.
Un canterano al rescate
Minuto 30 del Real Madrid – Osasuna. La rodilla de Militão hace crac y deja una imagen (y unos gritos) que aterroriza a todo el Santiago Bernabéu. Ancelotti se pone las manos en la cabeza. Después de Carvajal, el brasileño se rompe el cruzado. Para sustituirle, Raúl Asencio. El central de 21 años se estrena con los mayores. Indiscutible en el Castilla estas dos últimas temporadas, el momento ha llegado.
Al canario no se le han temblado las piernas. En el 42′ de partido, desde su propio campo, el canterano manda un pase picado sensacional a Jude Bellingham. El inglés solamente tiene que picar el balón para poner el 2-0. Asencio sonríe y enloquece, ni él había soñado un debut así. «Desde que empecé a jugar al fútbol, debutar con el primer equipo era el sueño», dijo el rookie después del encuentro.
El coliseo blanco aclama al británico, pero también a su nuevo pupilo. «¡Asencio! ¡Asencio!», exclamaban los madridistas. En apenas doce minutos, el 35 asumió un rol en la zaga en la defensa del Real Madrid y dio su primera asistencia con los mayores. Todos sus compañeros le abrazan, conscientes de lo que acaban de presenciar. Rüdiger estrena al joven defensa con sus ‘patadas’. «Es un acto de demostración de que el equipo es una familia. Me guardo este gesto en el corazón porque llevo muy pocos entrenamientos con ellos pero me han hecho sentir muy bien desde el principio», contaba Raúl.