Aitana Ocaña está dando mucho que hablar en las redes sociales por varios motivos, y uno de ellos es su respuesta cuando le preguntan por Vinicius Jr. La joven cantante española no esconde que conoce al jugador del Real Madrid y se le escapa una sonrisa al hablar del atacante brasileño, con el que desvela que en su día coincidió en Ibiza cuando estaba con unas amigas.
«¿Qué te puedo decir? Yo no conozco a ningún futbolista. Puedo haber cruzado alguna vez con alguno o alguna cosa así, sí… ¿Vinicius? Sí, justamente (risas). No, no quiero más novios. Estaba en Ibiza con unas amigas y siempre se ha portado, es muy majo y es amigo de Aaron Piper que es amigo mío, solo nos hemos encontrado una vez, osea no le conozco realmente», dijo en La Revuelta.
No le busquéis noviazgo con Vinicius, que os gusta el salseo demasiado. #LaRevuelta @Aitanax pic.twitter.com/YpErp8R0EO
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) February 19, 2025
Aitana aprovechó su presencia en el programa para promocionar su documental, Metamorfosis, que verá la luz en Netflix el próximo 28 de febrero. Y uno de los temas que más se tocó durante la entrevista fue la depresión de la cantante, que se sinceró para tratar de concienciar sobre la importancia de la salud mental.
«Tengo 25 años ya. Empecé con 18. Y es verdad que yo siempre he tenido esa cosa de que como vengo de una familia humilde, de clase media… Nunca me ha faltado de nada, he sido muy feliz, pero es cierto que no vengo de cuna, mis padres han tenido sus malas épocas, sus buenas épocas. Y a mí, con 18 años, se me empieza a dar todo lo que me he pasado y empiezo a tener no facilidades, muchísimas facilidades. Pero no solamente por la economía, sino también por todo lo demás. ¿Que te quieres ir al teatro y no quedan entradas? Les escribo por Instagram y te consiguen entradas para el teatro. Es decir, tienes privilegios todo el tiempo», empezaba Aitana.
«Y, por supuesto, no tengo un trabajo como el de mi primo Toni, que es albañil. Se levanta todos los días a las 6 de la mañana o incluso antes y muchos días llega a casa a las 9 de la noche y se queja siempre del dolor de espalda que tiene. Y cuando yo me siento con mi primo y me pongo a llorar y le digo me ha pasado esto, mi primo se me queda mirando, y yo me quedo mirando y digo: ‘Pues la verdad es que… Tienes toda la razón, lo mío es un problema del primer mundo. Esto es una mierda absoluta. Te pido perdón’», añadía.
«Mi primo, en conversaciones con él, me dice: ‘Oye, tú también te puedes quejar si algún día estás mal, que no pasa nada. Está bien que valores lo que tienes y sepas que eres una afortunada. Pero, si un día estás triste, lo puedes decir’», cuenta Aitana. Y es que la salud mental no entiende de dinero o posición profesional: «La depresión es una cosa distinta, no es estar triste, es que te diagnostican depresión. Yo estuve una semana que me quise ir sola a Lanzarote, y ahí me planteé todo. Pensé que a lo mejor no era buena para esto, que no me tenía que dedicar a esto. A lo mejor es que mi mundo no tiene nada que ver con la fama y no me siento identificada con todo esto. Me lo he planteado un montón de veces».
«Ahora estoy en el proceso de estar mejor, porque esto no se cura de un día para otro. Estoy con medicación. Yo no quería pararlo todo durante tres, pero me lo planteé porque no podía salir de la cama. Ahora le encuentro sentido a muchas cosas que en ese momento no. Yo les digo a mis padres: ‘Me cuesta mucho mostraros lo triste que estoy, porque siento que no merezco estar triste’. Pero entonces estoy todo el tiempo en la disputa de estar así (sonrisa) delante de todo el mundo y llegar a mi casa y no parar de llorar. Qué loco que estoy aquí sonriendo a todo el mundo, y viendo lo que me quieren, pero aun así no fue el mejor momento de mi vida. No arranqué».