El Real Madrid lleva desde hace meses trabajando en atajar la cuestión del ruido en el estadio Santiago Bernabéu y ya tiene decidido implementar medidas de protección para reducir su emisión al exterior. La más importante será la colocación de paneles y cortinas aislantes gigantes de última generación en el anillo bautizado como skywalk, la pasarela que rodea el cielo del estadio y donde los ingenieros tienen identificado el foco de salida de ruido. Para llevarlo a cabo, el Madrid ha contratado a la empresa británica Vanguardia, la mayor especialista del mundo en sonido para estadios y grandes recintos.
La idea a largo plazo es que sea una especie de toldo en 360 grados enfocando al fondo norte que da a la calle Rafael Salgado. El motivo es que el escenario de los artistas en los conciertos se ubica siempre en el fondo sur, donde está la entrada logística de camiones y la más eficiente desde el punto de vista de montaje. Los indicadores acústicos obligan a corto plazo a darle prioridad a la cobertura del fondo norte del skywalk, y que está situada más cerca de los edificios de viviendas que rodean al estadio.
En segundo lugar, los expertos han detectado en los estudios preliminares que al cerrar el techo del estadio durante los conciertos, el sonido reverbera y rebota interiormente, saliendo proyectado por el skywalk. Por ese motivo el Bernabéu valora dejar el techo del estadio abierto porque potencia la salida a nivel vertical como si fuese una chimenea, consiguiendo que salga verticalmente y que impacte menos en las viviendas. Las dos medidas, la del cortinaje y la apertura del techo retráctil, serían perfectamente complementarias.
La optimización de la acústica del estadio, tanto interior como exteriormente, es un tema que el club blanco ha abordado desde el principio del proyecto pero no fue hasta el final de la obra cuando se pudieron hacer ensayos de sonido y trabajar en soluciones. El concierto del centenario de Telefónica al que asistieron más de 50.000 personas fue toda una prueba de fuego. Así todo, las medidas para atajar el ruido no llegarán hasta después de los conciertos de Taylor Swift este miércoles 29 de mayo y el jueves 30 de mayo. Los dos conciertos de su gira The Eras Tour no podrán superar los 53 decibelios que establece la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT).