Copa y puro
Paseo militar de un Real Madrid muy serio que arrolló desde el primer minuto a la Deportiva Minera
Valverde, Camavinga, Güler dos veces y Modric fueron los autores de los goles pero el héroe del partido fue el meta Fran Martínez, que firmó una actuación histórica con ¡¡¡dieciséis paradas!!!
El Real Madrid se dio un paseo por Cartagena para alcanzar los octavos de final de la Copa del Rey ante la Deportiva Minera, un modestísimo rival de la cuarta categoría del fútbol español. Los de Ancelotti dominaron el partido de cabo a rabo y se lo tomaron más en serio que muchos duelos ligueros. Marcaron cinco, Fede Valverde, Camavinga, Güler dos veces y Modric, pero los blancos pudieron haber logrado una docena de goles si no llega a ser por la histórica actuación del meta Fran Martínez.
La Copa le caía al Real Madrid en medio como el jueves. Venía de la remontada liguera de Mestalla hace tres días y en otros tantos tendrá la Supercopa ya en Arabia. Por eso el duelo ante la Deportiva Minera, un rival modestísimo recién ascendido a Segunda RFEF, era un estorbo para Ancelotti. Tampoco podía poner a los once del filial y no sólo porque su religión se lo impida, sino también porque el Reglamento de la Copa obliga a tener siempre sobre el campo a siete jugadores del primer equipo.
Diseñaba Carletto una alineación competitiva pero plagada de suplentes. Lunin era el portero y los dos Aguado, canteranos ambos, aparecían en la defensa: Lorenzo en el lateral derecho y Fran de central al lado de Raúl Asencio. Completaba la zaga made in Valdebebas otro Fran, García, en el costado izquierdo. El doble pivote se lo repartían Fede Valverde, que no rota ni en los amistosos, y Camavinga. Por delante, además de Modric que ocupaba la mediapunta Ancelotti tiraba de la EGB: Endrick, Güler y Brahim. Por colocarlos, a la derecha el turco, a la izquierda el hispano-marroquí y de 9 el brasileño, que lleva tiempo desaparecido de los planes de Carletto.
Pues nada. Nos dieron las siete y las imágenes del estadio del Cartagena eran impresionantes. No cabía un alfiler, que diría el clásico, en Cartagonova. Pronto se hizo con el balón el equipo de Ancelotti y comenzaron a gotear las ocasiones para el Real Madrid. En los tres primeros minutos Fran Martínez, meta de la Deportiva Minera, ya había sacado sendos mano a mano a Güler primero y a Endrick después.
Un minuto después cayó el primero. Lo marcó Fede Valverde en una volea dentro del área en pleno asedio del Real Madrid. La presión la había ganado Camavinga, el pase dentro del área lo metió Brahim y la volea en el segundo palo la ejecutó el centrocampista uruguayo. Pues eso, 0-1 y partido encarrilado para los de Ancelotti.
Aprieta el Madrid
Encima se gustaba el Real Madrid preciso y precioso con la pelota. Desatado y cómodo el equipo de Ancelotti sacó del saco de goles el segundo al filo del 13. Esta vez lo hizo Camavinga tras una jugada en la que la Fran García repartió dos asistencias al francés. La primera la abortó el meta Martínez, con la segunda, esta vez de cabeza, ya no pudo.
Tuvo la suya la Deportiva Minera tras un regalo de Diego Aguado que trató de aprovechar Petkov con un disparo a lo Pelé desde el centro del campo que, como el del brasileño, acabó en uy. Fue un espejismo en el dominio absoluto del Real Madrid. También Brahim tuvo la suya en el 21 pero el meta local volvió a sacar otra mano salvadora. Iban cuatro ya.
Levantó un poco el pie el equipo de Ancelotti. No mucho pero un poquito sí. Sólo Güler parecía empeñado en lucir. Pecaba a veces de chupón al tratar de hacer siempre su jugada individual de derecha a izquierda, pero obtuvo el premio a su insistencia con un gol en el 28 con una jugada marca de la casa que abrochó con un tiro raso que se envenenó tras tocar en un rival. El Real Madrid llevaba tres y el mejor de la Deportiva Minera era su portero.
Héroe Martínez
Que se llevó la ovación de su grada al sacar a Brahim otra mano mágica para evitar el cuarto. Y luego hizo su sexta parada a Fede Valverde y la séptima a un (casi) autogol de un compañero. Si no hubiera sido por Fran Martínez, el Real Madrid se habría ido con más de media docena de goles al descanso. Al que llegamos sin solución de continuidad.
Hizo Ancelotti sólo hizo un cambio al descanso: Ceballos por Valverde. Siguió dominando el Real Madrid. Y siguió sin puntería. La tuvo Brahim en el 48 pero su disparo dentro del área pequeña se estrelló contra el lateral de la red. Repitió ocasión el 21 madridista en un disparo desde la frontal que se estrelló contra el palo izquierdo de Fran Martínez. En el 54 llegó por fin el cuarto. Lo marcó Modric con suficiencia porque tiene más clase que un instituto. Se plantó dentro del área, se paró, miró y la puso lejos del alcance de las manos del heroico portero de la Deportiva Minera.
Seguía el paseo infinito del equipo de Ancelotti, mientras la gente se impacientaba para ver a Vinicius y Mbappé. Brahim siguió fallando goles como el que tuvo en el 58 ante Fran Martínez, que volvió a sacar un pie salvador en el mano a mano. Igual que hizo otras dos paradas más para evitar sendas ocasiones clamorosas de Endrick y Güler.
Paseo del Madrid
En el 62 Carletto quitó a Modric, Lorenzo Aguado, Brahim y Camavinga para sacar a Mbappé, Vinicius, Lucas Vázquez y al canterano Chema Andrés. Con la salida al campo del francés el Cartagonova se vino abajo. Se paseaba el Real Madrid y la Deportiva Minera no daba una mala patada, por lo que no había gran riesgo para las estrellas blancas.
Pitaba (parte de) Cartagonova a Vinicius. Y era raro porque la mayoría de madridistas era absoluta. Tuvo el quinto Mbappé en el 72 en el enésimo mano a mano que salvó el meta de la Deportiva Minera. En realidad era su parada número catorce. Su memorable actuación le convertía en el indiscutible héroe del partido.
Sesteó el Real Madrid en los minutos finales del encuentro. La verdad es que llevaba caminando toda la segunda mitad, pero el partido había nacido sentenciado antes de empezar. Llegó el quinto, que también lo marcó Arda Güler para firmar su particular doblete, y los blancos sellaron su pase a los octavos de la Copa del Rey ante la Deportiva Minera, un rival amable que no dio una mala patada.