La nueva vida de Garuba en la frontera con México
La NBA no es ni mucho menos un camino de rosas para los jugadores jóvenes. Usman Garuba ha podido comprobarlo en sus propias carnes en apenas unos meses. El pívot formado en el Real Madrid y que estuvo con la selección española en los Juegos Olímpicos está sufriendo y de lo lindo para conseguir minutos al otro lado del charco.
Garuba, que apenas tiene 19 años, es propiedad del peor equipo de la NBA –los Houston Rockets– y su gran problema reside en la enorme cantidad de jóvenes con posibilidades que posee la franquicia tejana. El español debutó anoche con el filial del equipo, los Rio Grande Valleys Vipers, haciendo una tarjeta estadística perfecta de 14 puntos sin fallo en el tiro y ocho rebotes en un triunfo con Ciudad de México Capitanes.
Usman Garuba has been perfect so far in his G League debut! @RGVVipers
12 points | 5-5 FG | 2-2 3PT | 7 rebounds pic.twitter.com/OM6sXF5O7I
— NBA G League (@nbagleague) November 21, 2021
Al canterano blanco le espera una ‘condena’ de algunas semanas en el equipo que disputa sus partidos en la ciudad de Edinburg, a apenas 25 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México y donde buscará quitarse el óxido de la falta de partidos con competición. El escenario no es el idóneo para un Garuba que deja las comodidades de Houston para trasladarse a vivir temporalmente en un hotel y lejos de sus pocos amigos en Estados Unidos.
El ex jugador del Real Madrid salió en el último draft en el puesto número 23 y tiene contrato garantizado esta temporada y otra más, aunque existe la posibilidad de que hayan muchos más viajes al filial. La situación no es la ideal porque la G League de la NBA juega muchas veces el papel de un escaparate donde las estadísticas individuales son los único que cuentan y donde los pases y el baloncesto de quilates brillan por su ausencia.
Veremos qué sucede con un Garuba que nunca se llegó a imaginar que podría terminar en una situación así. De estar en la capital de España jugando Euroliga a vivir en la frontera con México –ayer sin ir más lejos jugó contra el equipo de la capital– con compañeros con los que no ha vivido ni una pretemporada y durmiendo en un hotel. Da casi para un libro.