El sueldo de Messi le encaja al Barça… si salen Griezmann y Dembélé

Todos los problemas del Barcelona actualmente se resumen con la palabra dinero. El efectivo, la terrible economía de los culés, es lo que condiciona drásticamente la planificación deportiva de la secretaría técnica. No hay más, cada movimiento o necesidad se encuentra con una misma barrera, los problemas de caja. El tema central del club en estos momentos no es otro que Leo Messi y los malabares a los que se ve obligada la entidad para lograr encajar su contrato a la nueva realidad de la entidad con un límite salarial dividido a la mitad.

El argentino, tras alzarse campeón de la Copa América con su país, está oficialmente de vacaciones. Lo está sin contrato, sin pertenecer a ningún club y como hombre libre, uno de los mayores quebraderos de cabeza de los últimos tiempos para el Barça. Lleva algo más de semana y media en el limbo, con la predisposición clara y decidida de renovar su contrato con el FC Barcelona pero con el nerviosismo que genera que en estos momentos, esté lejos de ser inscrito ante LaLiga en los términos en los que se ha acordado y pactado su renovación.

En OKDIARIO venimos contando que el Barça va a hacer todo lo que esté en su mano para que Messi continúe en el club. Es capital, está por encima de todo a nivel deportivo y desde la Junta Directiva han dado vía libre a cualquier maniobra que puede ayudar o garantizar que el argentino esté un poco más cerca de entrar dentro de los parámetros financieros de la patronal.

Entre esas medidas drásticas y contundentes que manejan desde la cúpula culé están las salidas como vía más inmediata, eficaz y segura para que Messi renueve. El club tiene prácticamente como transferibles a toda la plantilla blaugrana, contadas excepciones que son innegociables como los jóvenes Ansu Fati y Pedri, futuros relevos culés del astro argentino, pero el grueso restante están a la venta. Dos nombres por encima del resto ayudarían notablemente a recortar la larga distancia que separa al contrato de Leo Messi con el límite salarial del Barça.

Llegados a este punto de la historia, transcurridos 11 días desde que Leo Messi es jugador libre a ojos del organismo futbolístico, el Barça tiene claro que debe llevar a cabo movimientos bruscos y severos. Dos jugadores claves, de sumo potencial y que fueron determinantes la pasada temporada son Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé. Son dos jugadores franquicia, no solo por su nivel deportivo sino por sus importantes contratos y salarios, así como por su caché en el mercado: están cotizados.

El Barça es sabedor que las salidas de estos dos futbolistas permitirían estar mucho más próximos a encajar el salario de Messi en el límite establecido por la patronal. El club culé vio como su límite caía en el pasado mercado invernal por debajo de los 350 millones de euros y se considera que las pérdidas masivas así como la deuda pueda rebajar a casi la mitad esa cifra para la presente temporada.

En esa tesitura, al Barça solo queda desprenderse de varios de sus grandes salarios. Ya están en el disparadero jugadores como Samuel Umtiti, Pjanic o Braithwaite, con los que no se cuentan en términos deportivos pero que además cobran un pellizco importante, sobre todo los dos primeros. La salida de Griezmann –el segundo mejor salario de la plantilla– y Dembélé, entre la zona noble en cuanto a emolumentos, acercarían a Leo Messi hacia su renovación.

El Barça necesita rebajar su masa salarial por debajo de su límite salarial, algo que solo conseguirá o bien desprendiéndose de jugadores como los citados o bien aumentando su límite con algunas de las herramientas habilitadas: nuevos contratos de publicidad, aumento de capital externo o ampliación de capital o la venta directa de futbolistas (las salidas de Junior o Aleñá, en otras, benefician este sentido).

Los culés, al tener sobrepasado actualmente su límite salarial, no podrían inscribir no solo a Leo Messi, sino tampoco a los recién llegados como Memphis Depay, Kun Agüero, Eric García o Emerson. Ya durante el verano pasado se dieron las primeras circunstancias de esta índole en la entidad culé, cuando pese a tener un acuerdo con Depay y el Lyon, el jugador no podía ser inscrito por el mismo motivo que hoy no puede serlo Messi.