A punto de dar la bienvenida al último puente de diciembre, estamos seguras de que hay muchos que todavía no han tenido tiempo de planear cómo quieren que sea esta última escapada. Es normal, al fin y al cabo, cerrar el año suele llevarnos a uno de los momentos más estresantes del mismo. Pero te lo ponemos fácil, porque aquí tienes cuatro hoteles boutique donde unas grandes vacaciones empiezan por pequeñas escapadas.
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César Lanzarote
Todo el que pasea por Lanzarote puede ver en su huella arquitectónica una identidad: la del arquitecto César Manrique. Transformó la isla estableciendo unos patrones que definirán las construcciones; los mismos que configuran el hotel César Lanzarote. Esta joya local se encuentra dentro del impresionante parque de la Geria, donde se puede disfrutar de una escapada para probar la exquisitez de los vinos locales en las bodegas homónimas a este emplazamiento.
César Lanzarote es un hotel que se alza sobre la que fuese la casa del artista. Y lo hace con el sello Manrique: dejando que la naturaleza y la arquitectura establezcan un diálogo que parece otorgado genuinamente al interior de este hotel. El Hotel tiene 20 habitaciones. Estas habitaciones ofrecen vistas al océano o a los volcanes, y 13 de ellas cuentan con terraza.
Rodeado del paisaje volcánico que se adentra en los espacios interiores a través de las piedras y los ventanales, donde la estancia culmina viendo como el sol desaparece con vistas al volcán. Cuenta, además, con dos restaurantes donde poder saborear Lanzarote y culminar así con la experiencia isleña al completo.
Can Bordoy, Mallorca
En el corazón de Palma de Mallorca, ocupando una antigua casa del Siglo XVI, se encuentran las 24 exclusivas habitaciones de Can Bordoy. Un lugar que nada más entrar atrapa a sus huéspedes, quienes se topan con un establecimiento donde la arquitectura clásica y los toques modernos del interiorismo conviven en perfecta armonía. Igual que su gastronomía, que encuentra en Botanic la auténtica representación del concepto plant forward insular.
Como culmen de su oferta acaban de inaugurar el retiro el Wellbeing All Inclusive Retreat de bienestar junto con la empresa Sadhana Works, una experiencia que combina relajación profunda con la energía vibrante de la ciudad. De lunes a domingo – y sin límites – los huéspedes del hotel podrán disfrutar de diferentes diferentes disciplinas de yoga, clases de meditación o terapias de sonido.
Pico Velasco, Cantabria
En el paraje del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, con unas vistas de ensueño sobre el río Asón y su entorno se encuentra uno de los hoteles más especiales de la cornisa norte: Pico Velasco. Aquí convergen la estética rural norteña de la antigua propiedad del marqués Francisco Velasco y Alvea, construida en 1653, con el sueño modernista de Herbert Diess, ex CEO del Grupo Volkswagen.
En este hotel, la antigua estructura de piedra abraza desde fuera a una cápsula interior de cristal, moderna y luminosa. La muralla del pasado se convierte así en un marco vivo, un ornamento que sostiene la mirada y se funde con el paisaje, como si la arquitectura dialoga con el tiempo y la naturaleza en una misma escena. Su interior alberga únicamente 11 habitaciones que consiguen elevar al máximo la privacidad y autenticidad de este lugar.
La experiencia del hotel se encumbra con el distintivo sello gastronómico del chef Nacho Solana, con 1 estrella Michelin y 2 Soles Repsol en el Restaurante Solana, el creador de la propuesta gastronómica de Pico Velasco. El hotel dispone de dos menús de 85 y 105 euros, basados en la riqueza local elevada al cielo Michelin.
Faro Silleiro, Galicia
La costa de Baiona cuenta con grandes hitos que han creado su mito a lo largo de la historia. Pero si nos centramos en la reciente, uno de los más destacados es la historia de poder dormir en un faro a pie de costa. El Faro Silleiro, donde hoy se sitúa este exclusivo hotel boutique, recoge el testigo de un primer faro, ubicado a nivel del mar, inaugurado en 1862. Abrió hace apenas unos meses para encapsular el encanto de un monumento marino con pinceladas de art decó en su interior y disfrutarlo en el puente de diciembre
Así, su interior se alza como una oda al diseño, con detalles, colores y arte que ejercen de línea conductora del hotel, que cuenta únicamente con 17 habitaciones, haciendo que la privacidad sea gran parte del encanto de la experiencia. Pero esta experiencia tiene un protagonista principal: Galicia como la mejor anfitriona para sus huéspedes. Desde el paisaje Atlántico que abraza su costa hasta los productos que de este parten servidos sobre el plato. Faro Silleiro es una forma única y original de disfrutar de esta comunidad autónoma.
