Puedes pasar el mejor Puente de Mayo por menos de 140 euros: los destinos más baratos que merece la pena visitar

¡Prepárate para disfrutar del Puente de Mayo sin gastar un dineral! En España puedes encontrar destino encantadores, donde podrás hacer escapada con tu familia o amigos por menos de 140 euros. Ciudades con un gran patrimonio arquitectónico y una rica historia, que seguro te cautivarán con sus monumentos y edificios históricos desde el primer momento.

Sumérgete en la historia y la cultura de ciudades como Tarragona, Badajoz o Huesca, y disfruta al máximo del Puente de Mayo sin que tu bolsillo se resienta.

Badajoz

La Alcazaba de Badajoz, erigida bajo el mandato de Ibn Marwan en el siglo XII, representa una imponente estructura de la que hoy quedan solo restos o reconstrucciones. Es considerada la Alcazaba más grande conservada en Europa. En cuanto a la Catedral de San Juan Bautista, construida entre los siglos XIII y XVIII, alberga una variedad de estilos arquitectónicos, desde el románico hasta el gótico.

La ciudad también cuenta con otros puntos de interés, como la Plaza de la Soledad, donde se encuentra una réplica de la Giralda, y la Muralla Abaluartada, que muestra restos de la antigua muralla defensiva de la ciudad. Otros lugares destacados son la Capitanía de Badajoz, el Puente de Palmas con la Puerta de Palmas, y varios museos, como el de Bellas Artes y el de Carnaval.

Santander

El Mercado de la Esperanza, un lugar emblemático en Santander, se destaca por su arquitectura de hierro del siglo XIX, una de las pocas que aún se conservan en España. En su interior, alberga más de 80 puestos que ofrecen una variedad de productos locales. La Plaza de Cañadío es otro punto destacado, especialmente por su ambiente animado, lleno de bares y restaurantes donde se puede disfrutar de la gastronomía cántabra.

El paseo marítimo de Santander, bordeando la bahía, es perfecto para disfrutar de la brisa marina y admirar los monumentos como el Centro Botín y el Monumento a los Raqueros. Además, el Museo Marítimo del Cantábrico ofrece una visión fascinante de la vida de los pescadores y la relación del hombre con el mar a lo largo de la historia.

El Palacio de la Magdalena, construido entre 1908 y 1912, destacó a Santander como un destino turístico de renombre. Esta imponente estructura de estilo clásico, con una extensión de 2.500 metros cuadrados, fusiona con gracia influencias arquitectónicas francesas, inglesas y locales.

Huesca

La Catedral de Santa María de Huesca, erigida entre los siglos XIII y XIV por orden de Jaime I el Conquistador, destaca como el monumento más emblemático de la ciudad. El Museo Diocesano, compuesto por el claustro de la catedral y el Palacio Episcopal, alberga una destacada colección de arte sacro de la catedral y otras parroquias de la diócesis de Huesca.

La Muralla de Huesca, que data de tiempos romanos y se amplió durante la época musulmana, ofrece una mirada al pasado fortificado de la ciudad. Por su parte, el Parque Miguel Servet, conocido como el pulmón verde de Huesca, es un espacio de esparcimiento popular. Con siete hectáreas de zonas verdes en el centro de la ciudad, alberga la escultura de Las Pajaritas, el quiosco de música y la casita de Blancanieves.

Almería

La Alcazaba de Almería, una imponente fortaleza que ofrece un viaje fascinante a través de más de 1.000 años de historia, es la segunda más grande de su tipo en España después de la de Badajoz. Su estructura está compuesta por tres recintos: dos árabes y uno cristiano, añadido tras la reconquista. La muralla, con sus 1.430 metros de longitud, es testigo de las distintas etapas que ha vivido la Alcazaba a lo largo de los siglos.

La Plaza de la Constitución, conocida como Plaza Vieja, alberga el Ayuntamiento y el monumento a los Mártires de la Libertad, así como la oficina de Turismo y el Real Monasterio de la Encarnación. Finalmente, la Catedral de Almería, con su aspecto de fortaleza, sumerge a los visitantes en la grandeza del gótico español e invita a explorar sus capillas y su magnífico Altar Mayor.

Tarragona

El Anfiteatro Romano de Tarragona es uno de los tesoros históricos más destacados de la ciudad. Construido a finales del siglo II d.C. cerca del mar, este majestuoso recinto con capacidad para alrededor de 14.000 espectadores fue escenario de eventos que van desde luchas de gladiadores hasta ejecuciones públicas durante la época romana. Explorar la Catedral de Santa Tecla, construida en 1171 en estilo románico y luego transformada en gótico, es otro punto destacado en la ciudad.

El Serrallo, el antiguo barrio de pescadores junto al puerto, nos sumerge en la vida marinera de Tarragona. Edificios coloridos, calles estrechas y restaurantes de pescado adornan este encantador barrio, donde la iglesia de San Pedro destacan como puntos de interés. Finalmente, el Acueducto de Les Ferreres, también conocido como Puente del Diablo, ofrece un vistazo a la ingeniería romana en medio de la naturaleza.