Cierran un restaurante chino de Usera que servía paloma como pato laqueado y almacenaba comida podrida

• Ángel Moya @AngelMoyatv
• • 07/04/2025 16:38
  • Actualizado: 07/04/2025 16:49

La Policía Municipal de Madrid ha cerrado un restaurante chino del distrito de Usera e imputado a su titular por un delito contra la salud pública, al poner en riesgo la integridad de los consumidores, y otro contra la fauna y flora, por la tenencia y supuesto uso de especies animales protegidas o no autorizadas para el consumo humano.

Los hechos tuvieron lugar tras una inspección en el local el pasado 25 de marzo. Desde el primer momento, los policías detectaron múltiples irregularidades. La música sonaba a volumen elevado por unos altavoces sin limitador ni vestíbulo acústico. En los pasillos, montones de enseres dificultaban el movimiento. Las salidas de emergencia estaban cerradas o bloqueadas por cubos de basura. Además, los extintores no cumplían la normativa básica al estar colocados por debajo de la altura mínima reglamentaria.

Sin embargo, las deficiencias más graves se encontraban en la cocina y en un almacén oculto, al que se accedía a través de una estantería corredera ubicada en el aseo adaptado para personas con movilidad reducida.

Un almacén oculto con carne podrida

El almacén oculto no figuraba en la licencia de actividad y escondía una estancia con ocho congeladores industriales en mal estado, oxidados y sin termómetros, en los que había más de una tonelada de carne y pescado sin etiquetado, ni trazabilidad ni control de temperatura.

Entre los productos intervenidos se encontraron gallinas negras congeladas sin identificación sanitaria, tiras de carne colgadas en tendederos con ventiladores escurriendo grasa sobre cartones en el suelo y trampas para ratas con carne en descomposición como cebo.

Palomas como pato laqueado

Uno de los elementos más llamativos fue la presencia de dos palomas domésticas desplumadas, presuntamente destinadas a ser cocinadas y servidas como si se tratara de pato laqueado.

Además, se localizaron 184 unidades de gominolas con forma de pato, 183 envases de aditivos y colorantes chinos, bolsas con plantas posiblemente destinadas a infusiones, y bivalvos con cieno de origen asiático, todos almacenados sin ningún tipo de control sanitario. También se encontraron bivalvos tipo dátil de mar chino y pepinos de mar o holoturias, una especie cuya comercialización y consumo está prohibido por su condición de fauna protegida.

En la cocina había sartenes oxidadas amontonadas en el suelo, un horno convencional instalado fuera del alcance de la campana extractora, acumulación de grasa en suelos, azulejos y fogones y un sistema de evacuación de gases improvisado.

Cucarachas en la cocina

Los trabajadores, además, manipulaban los alimentos sin guantes, sin gorros y portando relojes y anillos, incumpliendo de forma flagrante la normativa básica de higiene alimentaria. El repelente antiplagas estaba inoperativo, y se observaron cucarachas rubias alemanas campando por la cocina.

En el cuarto de basuras del restaurante chino, completamente saturado, se halló un recipiente de plástico de grandes dimensiones que contenía más de 100 litros de grasa acumulada, sin tapa ni sistema de eliminación. Según los agentes, el conjunto de infracciones supera con creces los estándares mínimos exigidos para cualquier establecimiento de restauración.

Tras la inspección, los alimentos fueron precintados por orden del Departamento de Sanidad de la Junta Municipal de Usera, y el restaurante fue clausurado de forma inmediata. El caso ha sido trasladado a la autoridad judicial y al Ministerio Fiscal.

La Policía Municipal ha imputado al  dueño del restaurante chino por un presunto delito contra la salud pública, al poner en riesgo la integridad de los consumidores. También le acusan de otro delito  y contra la fauna y flora, por la tenencia y supuesto uso de especies animales protegidas o no autorizadas para el consumo humano.