La digitalización del sector farmacéutico busca mejorar la atención al paciente

Según Statista, la industria farmacéutica es uno de los sectores más importantes de la economía española, con una facturación superior a los 22.000 millones de euros en 2020. Además, la fuerza de este sector se percibe no solo a nivel nacional sino también internacional. El estudio de Statista destaca el notable compromiso de España con la innovación y la investigación farmacéutica, que se ha visto traducido en un incremento considerable de la inversión en I+D.

Una de las inversiones más potentes a las que se ha tenido que enfrentar el sector farmacéutico ha sido el reto de la cuarta revolución o pharma 4.0 que es la transformación digital de la industria farmacéutica. El objetivo de pharma 4.0 es hacer evolucionar a la industria farmacéutica hacia un modelo de negocio en el que la tecnología esté presente en todas las fases y procesos para ganar en eficacia y atención al paciente.

Este esfuerzo digital, tiene que trasladarse a la farmacia comunitaria que, para no quedar obsoleta, tiene que implementar los protocolos que implican estas nuevas tecnologías, en definitiva, asumir un proceso más profundo de digitalización. La farmacia ya cuenta con sistemas digitalizados para comunicarse con el SNS, con otros profesionales sanitarios y con la distribución farmacéutica, pero no con los pacientes. Esto podría traducirse en una mejor calidad de vida para los pacientes y en una mayor eficiencia y rentabilidad para las farmacias, según la agenda digital del Colegio General de Colegios Farmacéuticos.

La profesión farmacéutica está viviendo una imparable transformación digital que implica la integración de la tecnología digital en el ámbito farmacéutico y ahora tiene que ir un paso más allá y llevarla al usuario, con el fin de mejorar la atención al paciente. Para poder responder con éxito a las necesidades y expectativas del ciudadano o paciente que recurre a los servicios de un farmacéutico, desde el Colegio General indican que es necesario el desarrollo e implantación de ese concepto de e-salud en el ámbito de la farmacia comunitaria y de la profesión farmacéutica. El sector farmacéutico quiere ser parte de ese reto colectivo que es la materialización de un modelo sanitario que responda a ese nuevo paradigma que es la Medicina 5P: Personalizada, Predictiva, Preventiva, Participativa y Poblacional.

Los pilares de la digitalización 4.0

Tal y como se desprende de la agenda del Colegio General, la innovación digital es una oportunidad de crear las herramientas para hacer realidad una farmacia innovadora, conectada, digital e integrada en el SNS y en la Sanidad española; de incrementar la seguridad del paciente y de dar las cobertura a una sociedad que demanda soluciones a la altura de sus expectativas.

Algunos de los avances de la digitalización ya están en las oficinas de farmacia para mejorar a la atención al cliente:

• Multicanalidad: la venta sin tener que acudir a la oficina de farmacia tuvo su auge durante la pandemia. Esta modalidad permite la comunicación con el farmacéutico sin tener que ir a visitarlo personalmente. Los teléfonos son las herramientas favoritas de los usuarios para realizar videoconferencias o bajarse aplicaciones móviles que les dan una mayor accesibilidad a los servicios farmacéuticos, especialmente en zonas geográficas aisladas o en la denominada España vaciada. Los canales de venta se han incrementado en los últimos años, los farmacéuticos han implementado webs, chats, mails e incluso las redes sociales para comunicarse con sus clientes y vender más.
• Agilidad: los nuevos sistemas de gestión digital permiten una gestión más eficiente de las ventas, los pedidos y los inventarios. El poder de gestión digital de la farmacia, se traduce en una mayor rapidez y agilidad. Todo esto quedó claro durante la emergencia sanitaria de la pandemia, con unas farmacias funcionando en red, que hizo posible descargar presión a la atención primaria y colaborar con ellos en la renovación automática de los tratamientos y su dispensación. El poder dispensar un medicamento en tan solo unas horas, es una constante en las farmacias españolas.
• Historias clínicas electrónicas: los farmacéuticos pueden acceder de manera automática a la información médica de los pacientes. Además, se comparten datos con otros profesionales de la salud, lo que facilita la coordinación y la atención integral del paciente. Cada comunidad autónoma ha adoptado un sistema de relación con la Administración lo que hace que la gestión sea más rápida y eficaz.
• Herramientas de monitorización y seguimiento: los enfermos crónicos o que necesitan supervisión constante, pueden estar conectados mediante algunos dispositivos digitales, como son los medidores de glucemia o los tensiómetros con los profesionales sanitarios para el seguimiento de sus medicaciones.
• Seguridad y derecho a la protección de la salud en el entorno digital: las innovaciones y los desarrollos en las nuevas tecnologías como big data, inteligencia artificial, blockchain o 5G van a hacer posible llegar a una medicina y atención farmacéutica más personalizada. Esto lleva a aparejado un compromiso con las seguridad y administración de los datos personales que, desde el Consejo General, indican que es prioritario y cumple con todas las garantías impuestas por la UE.