La UE revoluciona el automóvil: coches con un 25% de plástico reciclado y fin a la exportación de chatarra
Los fabricantes deberán cubrir el coste del tratamiento de vehículos al final de su vida útil
La normativa prohibirá exportar coches no aptos para circular fuera de la UE a partir de 2030

En las carreteras de la Unión Europea circulan 285,6 millones de vehículos de motor y cada año 6,5 millones llegan al final de su vida útil generando millones de toneladas de residuos.
Para abordar este desafío ambiental, el Parlamento Europeo y el Consejo han alcanzado un acuerdo provisional sobre nuevas normas de economía circular que revolucionarán el sector de la automoción desde el diseño hasta el tratamiento final.
El acuerdo establece que todos los vehículos nuevos deberán contener un 25% de plástico reciclado en un plazo de diez años, con un objetivo intermedio del 15% en seis años. Esta medida supone un paso decisivo para impulsar la transición hacia una economía circular en la industria automovilística europea, que fabricó 14,8 millones de vehículos en 2023.
Diseño para la reutilización
Los colegisladores acordaron que el 20% de estos objetivos deberá alcanzarse mediante plásticos reciclados procedentes de vehículos al final de su vida útil o de piezas retiradas durante la fase de uso, creando así un auténtico circuito cerrado.
Además, la Comisión Europea introducirá objetivos vinculantes para el acero y el aluminio reciclados dos años después de la entrada en vigor del reglamento. Todos los vehículos nuevos deberán diseñarse para permitir la fácil retirada del mayor número posible de piezas y componentes en instalaciones de tratamiento autorizadas.

Esta medida garantizará que los materiales puedan recuperarse de forma eficiente cuando el vehículo complete su ciclo de vida útil, reduciendo significativamente el desperdicio de recursos valiosos.
La nueva normativa establece objetivos vinculantes para el uso de materiales reciclados en vehículos nuevos y mejora el diseño para facilitar la extracción de materiales y componentes para su reutilización. El objetivo es que los vehículos se construyan pensando en su segunda vida desde el momento mismo de su concepción.
Responsabilidad ampliada del productor
Tres años después de que entre en vigor la nueva normativa de economía circular, los fabricantes tendrán una responsabilidad ampliada del productor. Esto significa que deberán cubrir el coste de la recogida y el tratamiento de los vehículos que hayan llegado al final de su vida útil, una medida revolucionaria que cambiará el modelo de negocio del sector.
Se aplicarán requisitos específicos a la retirada obligatoria de ciertas piezas y componentes, así como de líquidos, fluidos y sustancias peligrosas, antes de la trituración o compactación.
Las autoridades nacionales estarán obligadas a establecer estrategias de inspección para detectar actividades ilegales durante la recogida, el tratamiento y la exportación de vehículos fuera de uso.

Prohibición de exportar chatarra
Para prevenir el tratamiento y la exportación ilegales de vehículos fuera de circulación, los negociadores acordaron prohibir la exportación de vehículos no aptos para circular.
Esta medida se aplicará cinco años después de la entrada en vigor del reglamento y busca abordar el problema de los 3,4 millones de vehículos desaparecidos anualmente en la UE.
El acuerdo aclara los criterios que determinan cuándo un vehículo usado se considera fuera de circulación, así como la documentación necesaria para las autoridades aduaneras. Actualmente, alrededor de un millón de unidades se exportan cada año como vehículos usados, muchas de ellas en condiciones que no cumplirían los estándares europeos.

Transferencia de vehículos usados
La documentación requerida cuando un operador económico vende un vehículo a una persona física o jurídica consistirá en una evaluación de que el vehículo no es un vehículo fuera de uso o en un certificado de inspección técnica válido. Una persona física solo tendrá que proporcionar esta documentación si el vehículo se declara como pérdida económica total.
El acuerdo incluye una serie de requisitos que deben cumplirse al transferir la propiedad de vehículos usados dentro de la UE, sin imponer cargas innecesarias a los ciudadanos. Las autoridades aduaneras dispondrán de criterios claros para identificar cuándo un vehículo debe considerarse fuera de circulación, mejorando significativamente los controles fronterizos.

Declaraciones de los ponentes
Los coponentes Jens Gieseke, del Partido Popular Europeo y Alemania, y Paulius Saudargas, también del PPE y Lituania, declararon que están dando pasos importantes para impulsar la transición del sector automovilístico hacia una economía circular. «Estamos impulsando la seguridad de los recursos, protegiendo el medio ambiente y garantizando la sostenibilidad», afirmaron.
Para evitar sobrecargar a la industria, los negociadores establecieron objetivos realistas y garantizaron una menor burocracia y una competencia más justa. El sector automovilístico europeo representa 2,4 millones de empleos directos y alrededor de 13 millones de puestos de trabajo en total, por lo que el equilibrio entre ambición ambiental y viabilidad económica resulta crucial.
Próximos pasos
El acuerdo provisional debe de ser aprobado tanto por el Parlamento como por el Consejo antes de que las nuevas normas puedan entrar en vigor. La Comisión Europea propuso este nuevo reglamento el 13 de julio de 2023, en consonancia con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el plan de acción para la economía circular.
La nueva normativa reemplazará las directivas actuales sobre vehículos al final de su vida útil y sobre homologación de tipo de vehículos, unificando en un solo instrumento todo el marco regulatorio. Este enfoque integral abarcará desde el diseño y producción hasta la gestión del final de vida útil, garantizando una verdadera economía circular en el sector automovilístico europeo.