Deporte

Por qué París acoge los Juegos Olímpicos más ecológicos de la era moderna

Analizamos cómo comenzó el reto de construir y celebrar unos Juegos más sostenibles, los objetivos iniciales y los finales para comprender el desafío ambiental de París 2024

Cómo manejar y reducir la huella ecológica de 15.000 atletas, 45.000 voluntarios y 13 millones de comidas

Juegos Olímpicos ecológicos
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Comienza la trigésimo tercera edición de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, los más sostenibles y ecológicos de la nueva era o, al menos, los que más conciencia y monitorización van a tener durante su preparación, organización y celebración.

La celebración de los Juegos Olímpicos de verano en París en este año 2024 deja cifras que nos podrían dar una idea del desafío de sostenibilidad y reducción del impacto ambiental al que se enfrentan los organizadores, un reto con muchos frentes ecológicos a solventar.

La propia web de París 2024 recoge estas cifras: «Organizar los Juegos significa desarrollar infraestructuras para acoger más de 800 eventos deportivos, alojar y transportar a 15.000 atletas, equipar y formar a 45.000 voluntarios, servir 13 millones de comidas», todo un reto de gestión… ambiental.

Concepto de sobriedad

El compromiso de  los organizadores se basa en el «concepto de sobriedad» y en reducir la construcción de infraestructuras necesarias. Desde la organización se habla y se pronuncia mucho las palabras «menos» y «reducir».

Así, el compromiso se traduce en «menos equipos producidos, menos plástico de un solo uso en la restauración… Hemos buscado reducir todo lo que se puede reducir, para unos Juegos que emitan menos carbono y consuman menos recursos, beneficiando al mismo tiempo al mayor número».

¿Por qué son los Juegos Olímpicos de París más sostenibles y ecológicos de la historia? La primera de las razones se centra en la elección de las candidaturas que realizó el Comité Olímpico, en la que primaron unos criterios muy enfocados al cuidado del planeta y al coste ambiental.

 

Infraestructura inicial

Una de las razones que más peso tuvieron en la elección de París es que ya contaba con mucha infraestructura que ya se utiliza para competiciones internacionales, por lo que el coste de los Juegos es mucho menor, y el aprovechamiento de recursos ya construidos representaba un impacto menor.

Otro punto muy importante, y quizás la que ayudó a inclinar la balanza para la capital francesa, era el deseo de organizar la primera edición de unos Juegos que respetaran el Acuerdo de París sobre el clima, de este modo se alinearían con el, hasta ahora, acuerdo climático global más importante de la humanidad.

Acuerdo climático de París

Para poder entenderlo, El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Fue adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

Su objetivo es limitar el calentamiento mundial muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.

Un camino, el de la candidatura y la preparación de los Juegos Olímpicos de París 2024, que ha ido siendo respaldado por la organización ecologista WWF, que en enero de 2017 lanzó, junto con el Ministerio de Deportes francés, la Carta de los 15 compromisos eco-responsables. Alrededor de 80 organizadores de eventos deportivos (federaciones, clubes y ligas profesionales y organizadores privados) firmaron la carta.

Romper barreras

Podemos decir que este fue el primer punto de partida del compromiso de unos de los eventos más multitudinarios y renombrados en los que se utilizan miles de recursos y dejan una huella ambiental profunda.

Un reto complicado de abordar y que hay que compensar de alguna forma rompiendo barreras, pero, teniendo claro lo que en el momento de la firma del compromiso declaró Isabelle Autissier, presidenta de WWF Francia: «El deporte tiene una huella, no sólo de carbono, sino también de contaminación y biodiversidad. El deporte debe aprender a minimizar su huella».

Juegos Olímpicos
Torre Eiffel con el logo de los Juegos Olímpicos. (Foto: EP)

Inicio de unos Juegos verdes

Desde esta simiente hasta la actualidad, hasta el momento del comienzo de los Juegos Olímpicos más ecológicos de la actual era, ha acontecido la elección de París y la puesta en marcha de un proyecto verde con algunas complicaciones por el camino.

Tras todo ese tiempo, llegaron las recomendaciones de WWF al Comité Olímpico, un compromiso que se reflejó en la aceptación del 80 % de las medidas presentadas, unas propuestas que llegaban como una carta a los Reyes Magos, que luego veremos cómo se han ido transformando, decayendo o rebajando.

  • Reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los Juegos de Londres de 2012.
  • Dar prioridad a modos de transporte limpios como la bicicleta o caminar.
  • Modificación de las normas de construcción para adaptar el aislamiento de los edificios y desarrollar las energías renovables.
  • Los Juegos quieren estar cubiertos al 100% por energías renovables.
  • Los alimentos presentes en los Juegos deberán estar 100% certificados. Esto significa que todos los productos alimentarios deben llevar al menos una de sus denominaciones: Agricultura Ecológica y Biodinámica, Alto Valor Ambiental, Etiqueta Roja, Denominación de Origen Protegida, Bleu Blanc Coeur o Comercio Justo.
  • Los productos deben ser de temporada.
  • El 100% de los sitios deben ser accesibles en transporte público y en bicicleta.

Objetivos a la baja

Estos objetivos se han ido revisando a la baja a medida que se acercaban los Juegos. En abril de 2021, los Juegos debían tener una «contribución positiva» al medioambiente.

Sin embargo, en mayo de 2023 se elimina este objetivo, así como el de neutralidad de carbono. Se espera que los Juegos de París emitan 1,58 millones de toneladas de CO₂ equivalente, aunque otras fuentes las elevan a 1,75 millones.

Se está ante una cifra provisional enorme, pero que sigue siendo dos veces inferior a las celebraciones de los Juegos de Londres de 2012 o de Río de 2016.

Ceremonia inauguración Juegos
Los aros de los Juegos Olímpicos de París 2024. (Getty)

Compensación de carbono

Los anteriores Juegos Olímpicos de verano, entre los que se incluyen Tokio 2020, Río 2016 y Londres 2012, emitieron una media de 3,5 millones de toneladas de CO₂, según afirma el Comité Organizador de París 2024. Superar las emisiones de los Juegos de Tokio será especialmente notable, ya que no contó con espectadores gracias a las restricciones de la COVID-19.

Una de las mayores limitaciones planteadas por los expertos radica en que la estrategia de reducción de emisiones del evento pasaría por mecanismos de compensación de carbono.

Por tanto, los Juegos siguen contaminando (aunque las emisiones se reduzcan con las nuevas infraestructuras y las modificaciones realizadas en el evento), pero la huella de carbono sería menor gracias a este mecanismo de compensación invirtiendo en proyectos medioambientales y sociales en todo el mundo.

Viajes, construcción y operaciones

«Hasta ahora, los Juegos se organizaban y la huella de carbono se calculaba después, en un segundo paso, esta vez queríamos tener una línea clara y cuantificada, y respetarla», destacan desde la organización.

Según Georgina Grenon, directora de excelencia medioambiental de París – 2024, «el presupuesto de carbono se divide en tres áreas distintas: viajes (34 %), construcción (33 %) y operaciones (33 %) -(restauración, alojamiento, logística, etc.).

Un cómputo total de datos de emisiones a los que habrá que esperar al finalizar los Juegos Olímpicos sostenibles de París, aunque ha habido voces que lamentan que no haya una transparencia en el consumo ya realizado antes de la celebración.

Antorcha olímpica parís
Antorcha olímpica a su paso por el Sena en París delante de la Torre Eiffel

Muralla verde en el Sahara

Entre los mecanismos de compensación está  la financiación por parte de los Juegos de París de la Gran Muralla Verde para el Sahara y el Sahel. Este muro ayudaría a combatir la degradación de la tierra y la desertificación en el Sahel y el Sahara.

Este proyecto fortalecería las capacidades agrícolas de estos territorios. Además, se han elegido otros 4 proyectos forestales con la etiqueta de bajos en carbono en el propio territorio francés.

Además de la reducción de la huella de carbono, uno de los compromisos estrella de este evento deportivo global en París, se pusieron en marcha o se habilitaron otras acciones, que están expuestas como parte de la consecución de los Juegos Olímpicos más verdes de la historia, los más ecológicos y sostenibles. Así es el listado de acciones ambientales y sostenibles final:

  • Reducción de la huella de carbono
  • Favorecer las infraestructuras existentes o temporales: «construir menos, mejor y útil», es el lema que guía esta apuesta en el que el 95 % de las sedes existen o serán temporales, como el Centro Acuático Saint Denis, con aprovechamiento energético del calor que desprende un centro de datos.
  • Proteger las sedes y su entorno: París 2024 ha identificado las cuestiones medioambientales vinculadas a la organización del evento, en particular de las zonas más sensibles, y ha trabajado para reducir su impacto sobre la biodiversidad y el patrimonio local.
  • Anticipación de la economía circular: Prever con antelación la segunda vida de objetos y materiales ha sido uno de los objetivos de la organización en clave de reutilización.
    • Así, aseguran que «desde podios hasta infraestructuras temporales, pasando por mobiliario, equipamiento deportivo y señalización, París 2024 integra los principios de la economía circular y el futuro de cada objeto utilizado para los Juegos, desde la fase de diseño.
    • La reventa, las donaciones, la reparación, el reciclaje y las soluciones de segunda vida están pensadas antes del evento».
  • Energías renovables: la eólica y solar de origen local serán el motor energético de los Juegos Olímpicos ecológicos de París y con la conexión a la red eléctrica pública francesa para minimizar el uso de grupos electrógenos de combustión.
  • Alimentación: Dieta gourmet más local y más vegetal para los juegos. Los 13 millones de comidas que se servirán en los Juegos Olímpicos equivalen a lo que se consume en 10 mundiales de fútbol. Unas cifras que reflejan el tamaño del desafío.
    • Habrá dos veces más verduras en los platos, lo que equivale a dos veces menos de CO2, alimentos 100 % certificados
    • 80 % de productos procedentes de Francia
    • Un 25 % a menos de 250 km de sitios
    • Un 30 % orgánicos
    • Reducción de la cantidad de plástico a la mitad
    • Limitación del desperdicio alimentario
  • Reducción del gasto: Menos plásticos y envases de un solo uso, menos desperdicio de alimentos, botellas de agua aceptadas en los recintos deportivos, normas de clasificación simplificadas, ya sea en París, Saint-Denis o Marsella… Durante los Juegos, el objetivo es reducir masivamente los residuos y fomentar buen comportamiento.
  • Tecnología digital responsable: Ordenadores, televisores, sitios web y aplicaciones… la tecnología digital está presente en todos los niveles de la organización de los Juegos. París 2024 quere reducir sus impactos, optimizando los volúmenes, abasteciéndose de forma más responsable y anticipándose a la segunda vida de los equipos.

Entradas Juegos Olímpicos
Uno de los recintos de los Juegos Olímpicos de París 2024. (Getty)

Cambio climático y deporte

La importancia de luchar contra los problemas que acarrea el cambio climático ya se vió reflejado en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín el cambio climático apareció como protagonista dejando una falta de nieve evidente con la obligación de recurrir a la artificial.

También lo hemos ver más recientemente con los problemas de contaminación en el Sena, lugar de muchas pruebas acuáticas, con dudas hasta el último momento sobre su salubridad.

Ambición y cordura

Desde el primer paso en 2017, pasando por la Carta de Compromiso, hasta la publicación de los valores y de los objetivos sostenibles ambientales han pasado siete años, un período que han servido para ser ambiciosos, aunque se hayan perdido acciones y objetivos por el camino, pero que han añadido un toque de cordura ante la crisis climática.

Los compromisos ya se expusieron y se reflejan como guía para su consecución y como ejemplo a seguir para los próximos, en los que esperemos que las elevadas temperaturas y el cambio climático no sigan haciendo mella en los deportistas y en el planeta.