Animales en peligro de extinción

Ponen en cuestión la actividad de Cabárceno tras abatir a tiros a un leopardo que se escapó del parque

El leopardo se escapó de su recinto activando, según el parque, un protocolo de fuga que ocasionó la muerte del felino

Cabárceno leopardo
Leopardo persa (Panthera pardus ssp. Tulliana)
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

El pasado 5 de noviembre, un leopardo persa fue abatido a tiros en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en Cantabria, después de escaparse del recinto donde estaba en periodo de adaptación.

Aparentemente, el animal, uno de los dos hermanos provenientes del Zoo Aquarium de Madrid, se había peleado con el otro leopardo y logró saltar la valla de su espacio.

Desde el parque, en una nota publicada en sus redes sociales, concretaba que ese día, «el personal del parque, en su rutina habitual de trabajo previa a la apertura al público, detectó que en el recinto de leopardos persas faltaba un ejemplar».

«Perímetro de alta seguridad»

El parque afirma que Yala, el leopardo que se había escapado, «fue localizado por el personal en una zona cercana a su recinto, habiendo logrado escapar del perímetro de alta seguridad reforzado a esta nueva especie, uno de los félidos más agresivos».

Según la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), aunque los trabajadores lograron localizarlo mediante un collar GPS, decidieron abatirlo al considerar que era una amenaza para la seguridad de las personas y que el uso de un dardo anestésico no sería suficiente para neutralizarlo.

Desde el parque describen que el protocolo establece que «si un animal peligroso escapa de su recinto, tiene que ser abatido». Alegan desde Cabárceno que el disparo con dardos tranquilizantes «no es preciso y tarda entre 5 y 7 minutos en hacer efecto, posibilitando la huida y/o el ataque», del leopardo persa, calificado nuevamente por los responsables del parque como «uno de los félidos más peligrosos».

Un accidente más

FAADA destaca que «este incidente nos recuerda que, pese a sus amplias instalaciones, Cabárceno sigue siendo un zoológico que, como todos los centros de este tipo, intercambia animales y prioriza la exhibición de especies sobre su bienestar».

La fundación recuerda que «este no es el primer caso de accidente en el parque. Solo para poner algunos ejemplos, en noviembre de 2014, varios lobos adultos fueron abatidos a tiros, y en 2018 tres jirafas murieron calcinadas debido al mal estado de las instalaciones».

También, en febrero de 2021, un trabajador del parque perdió la vida tras ser golpeado por un elefante mientras realizaba tareas de limpieza en el área de los paquidermos.

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Foto de leopardo persa en Cabárceno (Foto: Cabárceno)

Especies en peligro de extinción

Desde FAADA apuntan a que «estos hechos ponen en evidencia los retos inherentes para garantizar la protección tanto de los trabajadores como de los animales».

Con los datos que aporta la fundación, se pone en cuestión «el compromiso del centro con la conservación de especies en peligro de extinción, tal y como pasa en todos los zoológicos del mundo, solo una minoría de las 150 especies que aquí se albergan está en riesgo, mientras que el resto se mantiene en exhibición para obtener beneficios económicos».

Además, la entidad también recuerda que «a pesar de que su nombre completo Parque de la Naturaleza de Cabárceno puede llevar a confusión (al igual que su localización y sus instalaciones grandes y en plena naturaleza), este zoo sigue teniendo un objetivo de lucro e importantes problemas de gestión».

«Descontrol reproductivo»

Afirma la fundación, que «el parque es también uno de los centros de su tipo con mayor descontrol reproductivo. Esto les lleva a tener muchos problemas por alta densidad de individuos y los animales que son considerados «excedentes» acaban sacrificados o repartidos (vendidos o cedidos) a otros centros».

Entre los problemas que apunta la fundación está el «número excesivo de animales», que provoca «otras consecuencias entre las que destacan el gran número de conflictos que, tal y como demuestran distintos casos que han visto involucrados a tigres del parque, acaban en trágicas peleas o en fugas que, como en el caso del leopardo, también llevan a la muerte de los animales involucrados».

Concluye FAADA que, tras el incidente con este leopardo de Cabárceno, es imprescindible recordar que, «aunque las instalaciones del centro puedan parecer muy amplias, si hay un número demasiado elevado de individuos, el tamaño deja de ser adecuado».