Proponen modificar el sistema de etiquetas ambientales de los coches

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera un error «el seguir priorizando la tecnología del motor de los vehículos frente a sus emisiones reales» por lo que ha solicitado el modificar el actual sistema de etiquetas ambientales para los vehículos».

La organización considera que hay que priorizar las emisiones reales de los vehículos frente a la tecnología del motor, facilitando así la entrada en las ZBE de aquellos automóviles que de verdad generen menos emisiones y, por ello, solicita a la Dirección General de Tráfico para que este sistema se modifique antes de fin de año.

El efecto ZBE

Y es que, ante la próxima entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) el próximo 1 de enero de 2024, la entidad solicita que se aproveche este cambio en las ciudades para que las etiquetas ambientales que los usuarios colocan en el parabrisas de sus vehículos reflejen lo que contaminan realmente.

La entrada en vigor de esta norma europea de bajas emisiones afecta a 149 municipios españoles de más de 50.000 habitantes que deberían tener activadas sus ZBE antes de que dé comienzo el año 2024.

La OCU recuerda que la normativa incide en 25 millones de españoles que habitan en estos municipios, que también recoge que más de 400 localidades de más de 20.000 habitantes deberán diseñar protocolos anticontaminación para momentos en que se superen los límites de emisiones. Hay que recordar que los coches con etiquetas Eco o Cero emisiones facilitan su acceso y aparcamiento a las ZBE.

Estudio comparativo

La OCU ha informado, tras reflejar de manera técnica en un estudio que «los coches más vendidos de motor de combustión tienen un nivel de emisiones durante su ciclo de vida similar o incluso menor que la mayoría de los Mild hybrid y que los híbridos más grandes y potentes».

El estudio de OCU revela que los automóviles más vendidos con motor de combustión y etiqueta C generan unas emisiones de CO2 durante su ciclo de vida similares o incluso menores a buena parte de los vehículos Mild hybrid y algunos de los híbridos más grandes y potentes.

A través de los resultados obtenidos con la herramienta el Consorcio Green NCAP se miden las emisiones a lo largo del ciclo de vida de un coche desde su fabricación, pasando por su uso y mantenimiento, hasta su reciclaje 16 años después habiendo recorrido 240.000 km a lo largo de 16 años.

Distintas etiquetas, emisiones desiguales

Para tener una idea de cómo contaminan los vehículos, OCU realiza una comparativa con distintas marcas, poniendo como ejemplo que «el coche más vendido con motor diésel en España en el primer semestre de 2023, el Audi Q3 (Etiqueta C) emite en su versión 35 TDI 48,9 toneladas de CO2, el Jeep Wrangler 4xe 280 kW híbrido enchufable (Etiqueta Cero) suma 54,8 toneladas de CO2 y el Audi RS Q8 Mild hybrid (Etiqueta Eco) alcanza las 106,8 toneladas de CO2».

En resumen, el Audi emite más del doble de CO2 que los coches de gasolina y diésel más vendidos en España, que tienen etiqueta C. Las del Jeep también son mayores que las de los dos coches de gasolina y diésel más vendidos en España.

Un sistema desfasado

OCU considera que, si bien el actual sistema de etiquetas ambientales de la DGT sirvió en su día para concienciar de que es posible elegir entre coches más o menos contaminantes, en estos momentos ha quedado desfasado.

Para distinguir externamente los vehículos según sus emisiones, la Dirección General de Tráfico diseñó un sistema de etiquetas medioambientales con cuatro niveles: 0 emisiones, ECO, B y C. Este sistema ha sido criticado por OCU porque se asigna en función de la tecnología del motor del vehículo y no de sus emisiones reales.

Así, se da el caso de que vehículos híbridos enchufables muy contaminantes pueden llevar la etiqueta 0 emisiones, mientras que utilitarios diésel que consumen muy poco no pueden llevarla.

Homologar según emisiones

Desde la organización de consumo se expone que, con el actual sistema de etiquetas ambientales estas comparativas probadas, «no se puede seguir priorizando la tecnología del motor de los vehículos frente a sus emisiones reales» y, señala que «los únicos motores que garantizan menos emisiones son los de los vehículos 100% eléctricos».

Dejando a un lado los coches 100% eléctricos, se recomienda que «el resto debería valorarse las emisiones medidas en su homologación, un dato público muy fácilmente comparable», incluyendo a los híbridos enchufables, teniendo en cuenta que no siempre se usan en modo eléctrico.

Se considera que estos hechos son injustos «para aquellos consumidores que no pueden comprar un coche eléctrico por su mayor coste frente al resto. Y que sin duda dificultará su entrada a las nuevas Zonas de Bajas Emisiones».

Más movilidad sostenible en las ciudades

Entre las medidas a adoptar desde la entidad se insta a las administraciones la necesidad de impulsar la construcción de parkings disuasorios en los límites de las ZBE, gratuitos y bien conectados con el centro mediante transporte público que debe aumentar su capacidad y frecuencia.

Entre las recomendaciones también se señala en que hay que complementar la movilidad «con una amplia red de carriles bici protegidos y conectados entre sí, la peatonalización de las zonas históricas y comerciales, así como con la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte».