Madrid devolverá al río Manzanares cuatro especies de peces protegidas
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La Boga, la bermejuela, la colmilleja y el cacho son las cuatro especies de peces protegidas que ahora ocupan un espacio en los estanques de los Viveros de la Villa de Madrid a la espera de ser reintroducidas en el río Manzanares.
En estos estanques, ubicados en la Estación Regeneradora de Aguas Residuales (ERAR) de Viveros de la Villa, se mantienen estos ejemplares de peces viviendo su periodo de adaptación hasta que llegue su momento de ser incorporadas al caudal del río madrileño en fechas próximas.
Estas especies, catalogadas como vulnerables o protegidas como la bermejuela incluida en el régimen de protección especial, habitaron el río a mediados del siglo XX.
Proyecto de conservación
Tras el éxito obtenido en campañas anteriores el Ayuntamiento de Madrid ha decidido continuar con su proyecto de conservación ex situ que, mediante la cría en cautividad de estos peces de agua dulce, dirige sus esfuerzos a la formación de reservas genéticas y a la obtención de ejemplares aptos para su reintroducción al medio natural.
Desde el ayuntamiento se explica que la «protección de las especies debe venir acompañada de la protección y restauración del hábitat». Para ello, es esencial desarrollar actuaciones de conservación in situ que, en el caso del río Manzanares, se centran en la recuperación de los hábitats del cauce.
Además los esfuerzos también se centran en proteger el bosque de ribera, la mejora de la calidad del agua, el mantenimiento de los caudales ecológicos y el control y gestión de las especies exóticas invasoras, actuaciones que deben desarrollarse a largo plazo para garantizar el éxito y la recuperación real del espacio natural.
Conservación del patrimonio natural
En un siglo marcado por una alarmante pérdida de biodiversidad, conservar el patrimonio natural que nos rodea resulta clave para garantizar la salud presente y futura del planeta y, directamente ligada a ella, la propia salud humana.
Las principales amenazas que sufren estas especies son la realización de infraestructuras hidráulicas, como canalizaciones, construcción de presas, etc.
El consistorio también apunta a que otros problemas son la contaminación por vertidos industriales, urbanos y agrícolas, además de la extracción de agua y áridos para fines agrícolas que destruye los lugares donde acuden a desovar también se enfrentan a la existencia de las especies invasoras, principal amenaza de su reintroducción y desarrollo satisfactorio.
El peligro de las especies exóticas
La introducción de especies exóticas en los ríos españoles, la mayoría de ellas piscívoras, causan perturbaciones y alteraciones del medio físico y tienen el potencial de depredar huevos, larvas, alevines y adultos de especies de peces de agua dulce autóctonos, por lo que su control y retirada debe ser una actuación mantenida a largo plazo.
Por ello, los servicios de conservación del río del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad han determinado los lugares y métodos más idóneos para la suelta, atendiendo a las características ecológicas de la especie, además de realizar una campaña de control de especies exóticas de peces en los puntos de suelta.
Procedimiento de la suelta
El primer paso de esta suelta será medir, determinar el sexo y marcar cada ejemplar de los estanques situados en la ERAR de Viveros de la Villa. Además, se tomará una muestra de escama y aleta de 30 de ellos para llevar a cabo un análisis genético, en colaboración con los laboratorios del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) para el desarrollo de un futuro estudio genético sobre la evolución de la diversidad de las poblaciones.
Después se transportarán en unos bidones azules de 60 litros con aireadores portátiles hasta la zona de suelta: los alrededores de la pasarela de Mingorrubio, cercano al aparcamiento y zona de recreo de El Pardo. Una vez allí, si es necesario, tendrán un tiempo de aclimatación a la temperatura del agua del río para su posterior suelta.
Anualmente el servicio de conservación del río del Ayuntamiento de Madrid lleva a cabo un seguimiento de la fauna piscícola del río a finales de la primavera.
Características de las especies
La boga es una especie de gran parecido a la carpa, aunque de menor volumen y ojos de gran tamaño. Vive en los tramos medios de los ríos, en zonas de marcada corriente, pero también prolifera en las aguas de los embalses.
Es un pez muy gregario, especialmente durante la migración prereproductiva que efectúa curso arriba. Se alimentan de vegetación y en menor proporción de pequeños invertebrados y detritos.
El cacho es un pez de complexión robusta, aunque su cuerpo no es demasiado grande. Es una especie de crecimiento rápido, propia de los tramos medios de los ríos, aunque al mismo tiempo puede convivir con la trucha en tramos altos de ríos de montaña.
Estos dos hábitats tan distintos hacen que esta especie tenga un gran poder de adaptabilidad tanto a los diferentes rangos de temperaturas, la oxigenación del agua o la velocidad de la corriente y la disponibilidad de alimento.
Bermejuela y colmilleja
La bermejuela es una especie de pequeño tamaño, su alimentación consiste en pequeños invertebrados como insectos y crustáceos, detritos y algo de materia vegetal. Habita ríos y lagos que no tienen conexión directa con el mar, donde tiende a mantenerse en zonas con corriente lenta y buena profundidad.
Es una especie que depende mucho de la calidad del agua de su hábitat, por lo tanto, la urbanización, la contaminación, la introducción de especies exóticas y la destrucción de su hábitat afectan de sobremanera a su población.
La colmilleja es una especie endémica en toda la península ibérica, habiendo desaparecido del cauce de algunos ríos como el Ebro y el Guadalquivir. Habita en las partes medias y bajas de los ríos con poca corriente, de fondos de arena y grava y vegetación acuática.
Los adultos se alimentan principalmente de larvas de insectos, otros invertebrados, algas y detritos. El periodo de desovado comienza en mayo y se prolonga hasta el mes de julio. Las hembras pueden poner hasta 1.400 huevos.