Un asfalto menos ruidoso: el reciclaje de neumáticos reduce la contaminación sonora en 5 decibelios
El proyecto Perseus demuestra que más caucho reciclado en las carreteras reduce el ruido del tráfico
Cinco neumáticos por metro lineal de asfalto logran bajar emisiones y mejorar el entorno sonoro
La temperatura de fabricación baja 20ºC y las emisiones se reducen en 3 kg de CO₂ por tonelada

El reciclaje de neumáticos aplicado a pavimentos asfálticos ha logrado reducir el ruido del tráfico entre 2 y 5 decibelios, según los resultados del proyecto Perseus concluido en junio de 2025. Y no sólo se reduce la huella sonora del tráfico, al incorporar el caucho también se obtienen otros beneficios como la reducción de energía y emisiones en la fabricación.
Como ya adelantamos en OKGREEN a finales de 2024, esta iniciativa buscaba crear carreteras más silenciosas mediante la incorporación de materiales procedentes de neumáticos al final de su vida útil. Ahora, los datos confirman que aumentar la proporción de caucho reciclado en el asfalto reduce significativamente la contaminación sonora en carreteras.
El consorcio del proyecto, integrado por Campezo, Asfaltia, Moeve, Signus y el centro tecnológico Tecnalia, ha trabajado durante tres años en el desarrollo y validación de estas mezclas.
Partículas más grandes, mejores resultados
Los ensayos se realizaron tanto en laboratorio como en un tramo de prueba real ejecutado en la AP-8 Variante Sur Metropolitana, facilitado por la Diputación Foral de Bizkaia a través de la iniciativa Bizkaia Connected Corridor. Esta validación en carretera ha permitido comprobar el comportamiento de las mezclas en condiciones reales de tráfico.

El principal desafío del proyecto ha consistido en sustituir parte de los áridos por partículas de caucho de tamaño muy superior al utilizado habitualmente. Las mezclas Perseus incluyen granulado con tamaños entre 0,8 y 8 mm, frente al polvo tradicional inferior a 0,8 mm. Además, el porcentaje de sustitución alcanza entre el 4% y el 5%, equivalente a cinco neumáticos de turismo por cada metro lineal de asfalto extendido.
Esta cifra resulta notablemente superior al 0,5-2% empleado habitualmente en carreteras españolas. Para lograrlo, ha sido necesario diseñar nuevas formulaciones de mezcla, seleccionar un ligante específico y estudiar en detalle la durabilidad del conjunto. El objetivo era garantizar la cohesión entre el caucho y el ligante, asegurando la resistencia del pavimento sin comprometer su vida útil.

Reducción de emisiones y temperatura
El uso de un ligante de baja temperatura ha permitido reducir en torno a 20 °C la temperatura de fabricación y puesta en obra. Esta disminución térmica supone una reducción aproximada de 3 kg de CO₂ equivalente por tonelada de mezcla. Además, el reciclaje de neumáticos convierte un residuo en un recurso valioso, alineándose con los principios de economía circular.
Las nuevas mezclas proporcionan una mejora acústica de entre 2 y 5 decibelios. Según la referencia europea CNOSSOS, una reducción de 5 dB equivale a disminuir en un 75% el tráfico que circula por una vía. Este dato resulta especialmente relevante para las poblaciones cercanas a carreteras con alto volumen de vehículos, donde el ruido del tráfico afecta gravemente a la calidad de vida.

Hacia carreteras más sostenibles
El proyecto Perseus demuestra que es posible desarrollar pavimentos poroelásticos que combinan sostenibilidad, durabilidad y reducción del impacto acústico. Estos avances abren la puerta a una nueva generación de carreteras más respetuosas con el medioambiente y con la salud de los ciudadanos. La incorporación de caucho reciclado en mayores proporciones representa un paso adelante en la lucha contra la contaminación sonora urbana.

Signus Ecovalor, entidad sin ánimo de lucro responsable de garantizar la correcta gestión ambiental de los neumáticos, destaca que esta aplicación consolida uno de los usos más prometedores para los materiales reciclados.
El reciclaje de neumáticos al final de su vida útil encuentra así una aplicación técnica que genera valor ambiental, económico y social. Cada metro lineal de estas mezclas equivale a dar una segunda vida a cinco neumáticos que, de otro modo, acabarían como residuos.