Logran acelerar la degradación de los materiales textiles con un bioplástico natural
El centro tecnológico Eurecat ha creado una formulación innovadora del ácido poliláctico logrando una biodegradación acelerada de este material
El informe de la Fundación Changing Markets, que se publicó el pasado mes de septiembre, señala que «las fibras sintéticas derivadas de los combustibles fósiles son la elección que prevalecen en la industria de la moda y textil».
Sus autoras apuntan que estos materiales acaparan dos tercios (69%) de la producción textil y se prevé que esta cifra aumente a un 73% para 2030. Estas cifras se desprenden de un estudio realizado por la fundación en 2021 en más de 4.000 prendas de ropa, producidas por las marcas mundiales de moda. En el informe se revela que el 67% contenían fibras sintéticas.
Lo atractivo de su utilización reside en su versatilidad y el bajo coste de las fibras sintéticas. Señalan que en particular el poliéster cuesta la mitad por kilogramo que el algodón, «lo que ha permitido que las marcas de moda saturaren el mercado de prendas muy baratas, alimentando el ciclo de consumo y desecho conocido como fast fashion o moda rápida».
Coste medioambiental elevado
Señalan, sin embargo, que añadir estos materiales fósiles a los tejidos sintéticos «tiene un coste medioambiental muy elevado, pues contribuye de forma significativa a incrementar los residuos y la contaminación por plásticos».
Una situación que mantiene en el tiempo la vinculación de la industria de la moda con los combustibles fósiles. Señalan que la fibra sintética más utilizada en la industria de la moda es el poliéster, un material plástico que «tiene el mayor impacto medioambiental, siendo responsable de la emisión de 125 toneladas de CO₂ e en 2022».
Las prendas sintéticas son también grandes responsables de la contaminación mundial por plásticos, apunta Changing Markets De hecho, la industria de las prendas de ropa generó 8,3 millones de toneladas de contaminación por plástico en el 2019, o sea, el 14 % del total generado por todos los sectores industriales.
Según la organización, esta situación conlleva importantes riesgos para la salud, «aunque todavía no se comprende su alcance» y una creciente contaminación por microplásticos, en los seres vivos y en el medioambiente.
Ácido poliláctico
En este sentido, destaca una innovadora propuesta que sale del trabajo realizado por los investigadores del centro tecnológico Eurecat que ha creado una formulación innovadora de ácido poliláctico.
El centro ha cogido este material biodegradable, un bioplástico conocido como PLA, y lo ha transformado en una solución diseñada especialmente para la fabricación de textiles de bajo impacto ambiental.
Un impacto minorado del bioplástico que se centra tanto en el origen, las fuentes renovables, como en el final del ciclo de vida a través de su biodegradabilidad, «que puede contribuir a la reducción de los residuos plásticos en vertederos y océanos», según apunta el centro investigador.
Degradación acelerada
«La innovación surge del estudio, por parte de Eurecat, del bioplástico como alternativa sostenible a los plásticos convencionales usados en la industria, ya que se pueden utilizar para fabricar productos textiles de un solo uso que se degraden de forma natural, de forma acelerada, sin dejar residuos en el medioambiente», señala Javier Baselga Zapater, innovation manager de Polymeric & Composites Processes de Eurecat.
Sofia Perales Viñals, investigadora del centro, habla de esta investigación con el bioplástico señalando que»el proceso ha sido desarrollado íntegramente en las instalaciones de Eurecat, desde la formulación, en Cerdanyola, hasta el multifilamento biodegradable generado y la fabricación del material textil, en Canet de Mar, donde se han llevado a cabo también las pruebas acordes a los estándares ISO de la industria textil, consolidando un proceso de producción completamente sostenible».
Biodegradación acelerada
En el caso de la industria textil, es habitual el uso de plásticos sintéticos como el poliéster (PET, PBT y PTT), nilón (Poliamida) o polipropileno. Sin embargo, hay poliésteres sintetizados a partir de recursos naturales como el PLA, que son una alternativa sostenible a los plásticos sintéticos convencionales derivados del petróleo.
A pesar de que el ácido poliláctico es biobasado, su tiempo de biodegradación todavía es muy alto, por lo que Eurecat ha estudiado alternativas modificando la formulación del PLA para acelerar su degradación.
Maíz, yuca o caña
A partir de este proceso, el equipo de investigadores de Eurecat ha obtenido hilos sintetizados, con el fin de obtener una biodegradación acelerada. El PLA es un plástico biodegradable elaborado a partir de recursos renovables, que se utiliza habitualmente en la impresión 3D.
Este polímero termoplástico se puede obtener a partir de la fermentación de vegetales como el maíz, la yuca o la caña de azúcar, entre otros.