Contaminación

La cumbre para frenar la contaminación del plástico acaba sin acuerdo

Arabia Saudí, Rusia e Irán rechazan los términos y apuestan en su lugar por un incremento de la financiación al reciclaje

La negociación de 170 países para fijar límites a la producción de plásticos se aplaza al 2025

Cumbre plástico
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Los aproximadamente 170 países participantes en una reunión auspiciada por Naciones Unidas en Busan (Corea del Sur), denominada como Cumbre del plástico, han sido incapaces de alcanzar un acuerdo para detener la contaminación de este material procedente del petróleo tras dos años de negociaciones.

Por lo menos, han conseguido ciertos avances marginales en el encuentro, ha logrado frágiles garantías para convocar nuevas conversaciones para el año 2025.

Tras casi dos años de negociaciones para obtener un acuerdo legalmente vinculante con el que abordar la contaminación plástica en todo el ciclo de vida del material, incluido el suministro, ha fracasado.

Quinta ronda

Esta reunión debía ser la quinta y última ronda del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5) para lograr un instrumento legal vinculante para reducir la contaminación global que genera el plástico.

Desde el pasado 25 de noviembre más de 3.300 delegados, incluyendo funcionarios de 170 países, científicos y representantes de empresas, y observadores de unas 440 organizaciones se habían reunido para tratar de acordar un tratado.

Bloqueo del petróleo

La producción de plástico se ha duplicado 2000 y 2019, tanto en su uso y como en su eliminación y los participantes de esta cumbre del plástico han detectado un consenso cada vez mayor en los temas más sensibles, incluidos los límites de producción y consumo y la eliminación gradual de productos químicos nocivos.

El progreso fue bloqueado por un pequeño grupo de naciones principalmente productoras de petróleo, incluidas Arabia Saudí y Rusia, que se opusieron a nuevas restricciones, argumentando que las restricciones a la producción y los productos químicos estaban fuera del mandato del grupo, según recoge Bloomberg.

«No estamos aquí para conformarnos con un tratado que carece de la ambición de tener un impacto tangible», dijo Juliet Kabera, directora general de la Autoridad Ambiental de Ruanda y negociadora clave en Busan, durante una sesión informativa el domingo.

Las botellas de plástico de un solo uso están el punto de mira de reducción de este derivado del petróleo

Medidas urgentes

«La abrumadora mayoría de los países reconoce la gravedad de la crisis de la contaminación plástica y está de acuerdo en la necesidad de tomar medidas urgentes», ha añadido.

Las conversaciones, que comenzaron en 2022, tenían como objetivo abordar el crecimiento de los desechos plásticos, cuya producción se prevé que aumente alrededor del 60 por ciento a 736 millones de toneladas al año para 2040, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Investigaciones recientes han demostrado la toxicidad de estos materiales, a medida que se acumulan en los ecosistemas marinos y terrestres y en los cuerpos humanos.

Tratado vinculante

La mayoría de los países han apostado por un tratado jurídicamente vinculante y presionado para regular los productos químicos peligrosos, limitar la producción y el consumo y eliminar gradualmente el uso de productos de un solo uso como los cubiertos.

Las principales empresas también habían instado a los negociadores a presentar un pacto ambicioso: alrededor de 275 empresas que utilizan plásticos, incluidas L’Oréal, Starbucks Corp. y 3M Co., ofrecieron su apoyo a los esfuerzos para poner fin en última instancia al uso de algunos productos y sustancias químicas.

Las tensiones en rondas de discusiones anteriores se habían centrado en si acordar restricciones a la producción y a ciertas sustancias químicas, o establecer un paquete de financiación destinado a mejorar la recolección de basura y el reciclaje.

200 lobistas

«Vemos de primera mano los impactos devastadores de la contaminación plástica transfronteriza en nuestros ecosistemas y comunidades marinas», ha indicado Sivendra Michael, secretario permanente de Fiyi para el Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, en una declaración durante las conversaciones. «No podemos permitirnos soluciones graduales».

Los defensores de un endurecimiento de las restricciones en Busan se han enfrentado a la oposición de las empresas de combustibles fósiles y de la industria química, que enviaron más de 200 lobistas a las conversaciones, superando incluso a los 140 representantes de la anfitriona Corea del Sur, según el Centro para el Derecho Ambiental Internacional.

Arabia Saudí, Rusia e Irán se han opuesto a las disposiciones que podrían limitar el crecimiento futuro del petróleo y argumentaron que la contaminación plástica debería abordarse principalmente mediante el aumento de la financiación para el reciclaje. A nivel mundial, menos del 10 por ciento de los desechos plásticos se reciclan actualmente, según la ONU.

El doble de petróleo

Algunos productores de petróleo y gas cuentan con un aumento en la producción de plástico para ayudar a compensar la menor demanda a largo plazo a medida que las energías renovables y los vehículos eléctricos erosionan el consumo de combustibles. La participación de los petroquímicos en la demanda total de petróleo podría casi duplicarse para 2050, según BloombergNEF.

Durante las conversaciones de esta Cumbre del plástico, las comunidades afectadas por la contaminación plástica pidieron acciones urgentes para mitigar los impactos en la salud pública. Se han encontrado microplásticos en placentas humanas, leche materna, tejido cerebral y sangre.

«Estamos literalmente criando una generación que comienza su vida contaminada antes de tomar su primer aliento», lamentó durante las conversaciones Juan Carlos Monterrey Gómez, representante especial de Panamá para el cambio climático.