Animales

Francisco, afectado por la Ley de Bienestar Animal: «Quitarme el cocodrilo, mi mascota, es un atropello»

Agentes del SEPRONA no llegan a decomisar a la cocodrilo Charlie, la primera mascota que iba a ser requisada desde la puesta en marcha de la ley

El cocodrilo enano, que mide 1,30 metros y pesa cinco kilos, está con su dueño en la localidad toledana de Torrijos desde hace nueve años

Ley cocodrilo mascota
Charlie, la mascota de que lleva nueve años con Francisco Torres
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Charlie, un cocodrilo enano, mascota de Francisco Torres, sigue en el municipio de Torrijos (Toledo), permaneciendo en la localidad castellanomanchega porque el pasado jueves el SEPRONA quiso decomisarlo, sin éxito, por no cumplir la recién aprobada Ley de Bienestar Animal, tal y como adelantó OKDIARIO.

Desde OKGREEN hablamos con Francisco, el dueño de este inusual animal de cinco kilos, que iba a ser el primer decomiso de una mascota en España, pero que, finalmente, no pudo ser requisado por los agentes de la Guardia Civil.

Cocodrilo enano

Este cocodrilo, de la especie Osteolaemus Tetraspis y conocido por ser el más pequeño del planeta, seguirá de momento con su dueño en la tienda de Torrijos que, según Francisco es un «núcleo zoológico autorizado y con todos los papeles en regla».

Al inicio de la entrevista le preguntamos a Francisco cómo se llama su peculiar mascota y nos comenta que «aunque es una hembra, se llama Charlie que, bueno, es un poquito un nombre asexual. Entonces, nos vale tanto si fuera Carlota como si fuera Carlos», nos explica.

cocodrilo mascota
Ejemplar de cocodrilo enano africano

Iniciamos la entrevista con un Francisco nervioso y afectado por todo este episodio que le ha llevado incluso a tener asistencia jurídica para afrontar estos momentos, en los que una ley, sin desarrollar, quiere llevarse su mascota, su cocodrilo.

P.: ¿Qué ha pasado finalmente? ¿Se han llevado al cocodrilo?

R.: Al final no se lo han llevado porque no han querido llevárselo, porque dicen que nos estábamos negando, aunque es mentira. Cuando les he dado el paso para que entraran han dicho que no, que se iban, que me iban a sancionar a mí por desobediencia.

Pero yo en ningún momento les he dicho que no. De hecho, cuando se iban les he dicho claramente que sí, está grabado por las cámaras, que entraran y la gente del SEPRONA no ha querido entrar.

P.: ¿Cuántos agentes han venido?

R.: La verdad es que estaba un poco nervioso. Por lo menos han venido entre seis y ocho… y luego otros cuatro o cinco guardias civiles. Vamos como si fuese una redada importante de algo supergrave, como si fuera un delincuente.

P.: Entonces, ellos han llegado, y al ver que no podían llevárselo, ¿se han ido?

R.: Nosotros con nuestro abogado hemos intentado hablar con ellos, ponerles en situación, porque este animal, si se lo llevaban, iba a morir.

Es un animal que está adaptado a estar con nosotros. Nos conoce. A un cocodrilo le estresa un cambio una barbaridad. Si encima le cambias el sitio y a las personas, lo llevas a un sitio inadecuado, donde no saben sus cuidados, el animal iba a morir.

Querían confiscarlo de manera administrativa. Es decir, no tienen una orden de un juez que determine su decomiso. Entonces querían llevárselo hasta que un juez diga.

Pero claro, como nosotros les hemos dicho, nosotros queremos que este animal se quede confiscado, pero a nuestro nombre, es decir, como persona, poder encargarme de él aquí, que es donde mejor va a estar si realmente nos interesa el bienestar de este animal.

También les he preguntado qué animales se querían llevar, porque querían confiscar varios. No han querido decirlo, en ningún momento me han querido decir qué animales querían confiscarme.

Y claro, les he dicho que yo, como propietario, quiero saber qué animales me van a quitar. No han querido en ningún momento hablar con nosotros, y yo creo que como persona imputada en esto, debo saber qué animales se querían llevar. Unos animales que no venían en ningún escrito, sin ningún informe donde me enseñaran qué animales querían confiscar. Nada.

P.: ¿Por qué crees que no se está actuando correctamente?

Pienso que no están haciéndolo bien porque mi mascota es anterior a esta ley [Ley de Bienestar animal]. Llevo nueve años con mi cocodrilo y creo que es una barbaridad, es anticonstitucional que te quiten un animal, una mascota.

P.: Entonces, en un principio, ¿a ti te habían notificado que se iban a llevar el cocodrilo y que querían llevarse más animales?

R.: La notificación me la habían hecho por teléfono. Me llamaron el lunes deprisa y corriendo y tampoco me notificaron nada en claro. Me dijeron que iban a venir a decomisar unos animales.

Yo, por lo que tuve que preguntar es que si el cocodrilo estaba entre ellos. Me dijeron que sí. Y tampoco fueron muy exactos con ello. Por eso hoy quería preguntarles qué animales querían decomisar, porque yo no he recibido ningún escrito de su parte, ninguna notificación de decomiso.

Y yo necesitaba también saber qué animales quieren quitarme, qué animales de mi propiedad y qué mascotas, se quieren llevar. No han querido decirme cuáles y querían entrar a toda costa, pero sin decirme qué animales querían.

Hemos estado intentando hablar con ellos un poco para que nos dijeran algo. Pero es que no. No ha habido manera de poder dialogar con ellos ni nada.

P.: ¿Dónde tienes los animales que se iban a llevar?

R.: Los tengo en mi núcleo zoológico autorizado. Tengo un núcleo zoológico autorizado aquí en Torrijo, donde mantengo diferentes especies de animales. Y es de aquí de donde se los querían llevar.

P.. Sobre el cocodrilo, tu mascota, ¿cómo decidiste ir a cogerlo o comprarlo…? ¿Cómo llegó?

R.: Me dedico a vender en la tienda, sobre todo plantas exóticas, productos para animales y alimentos para ellos. Siempre he sido un aficionado al mantenimiento de animales un poco más exóticos. Digamos que es como si tuviera un perro o un gato. Siempre desde pequeñito me han gustado estos animales. Los he mantenido, los he criado, he estudiado sobre ellos.

P.: ¿Entiendes que la gente se sorprenda que tu mascota sea un cocodrilo?

R.: Es una pasión que tengo, son parte de mi familia. Lógicamente, aunque sé que para mucha gente lo que no sea un perro o un gato puede resultarle raro, pero al final es un animal que comprende que entiende… nos conoce.

Yo le llamo para que coma. Le digo: ¿quieres comer? Y el animal viene a la esquina donde come para que le dé de comer. Lo importante es que es una mascota, que lleva nueve años conmigo y que me lo quiten de esta manera sin que un juez lo dictamine…

Y lo están haciendo en un núcleo autorizado, que no es un garaje ni es un apartamento. Esto puede conllevar que se cree mucho miedo social, a la gente que los tiene, que son miles y miles de reptiles de dos kilos los que hay en casas particulares de España. Entonces, esto puede crear mucho miedo.

P.: ¿Cuánto pesa Charlie?

R.: Ahora mismo está sobre los cinco kilos. Mide cerca de 1,30 metros y ya está más o menos en estado adulto, así que no crecerá mucho más. Es una hembra y las hembras se quedan un poco más pequeñitas. Tampoco es un animal que digas que mide seis metros o siete metros.

Es un cocodrilo pequeñito en una instalación que cuenta con el doble de espacio de lo que está recomendado para esta especie. Es decir, que el animal está perfecto. Llevarse de aquí a mi cocodrilo es una locura y más cuando es de manera indefinida.

Que si es de una manera cautelar, como dicen, es porque debería estar en mal estado. Lógicamente, los informes de las actas no ponen nada de que esté en mal estado. Lógicamente, el animal está perfecto.  Tengo un veterinario que viene cada cierto tiempo y que ha certificado que el animal está en perfecto estado.

Lo que querían hacer no hay por dónde cogerlo. Es decir, es aplicar la nueva ley cuando les han dicho que, de momento, no se empiece a aplicar, porque es una locura y más a un centro autorizado, que no es el garaje de una casa.

P.: ¿El animal lo compraste de forma legal?

R.: Claro, el animal está cedido. Nació en Madrid y viene ya de varias generaciones nacidas en cautividad. Por eso es una mascota. Todos los animales que van evolucionando en cautividad y de generaciones en generaciones son mascotas.

Son, aunque a la gente le cueste verlos así, mascotas. Son animales que ni se pueden adaptar a su medio, ni tienen probabilidades para sobrevivir en su hábitat.

P.: Cuando viste la Ley de Bienestar Animal, ¿Te imaginabas que ibas a llegar a este punto, que te iban a decomisar tu cocodrilo, tu mascota?

R.: No. De hecho, yo no estoy a favor de muchos puntos de la ley, pero bueno, la ley prohíbe la venta de este tipo de animales de más de dos kilos a partir de su aprobación.

Yo entiendo que sea normal que con los animales nacidos después de esta ley sea ilegal que se sigan vendiendo. Pero en mi caso estamos hablando de una mascota que nació en 2015. Que vive en mis instalaciones desde entonces, declarada en la Junta de Castilla -La Mancha, con todos los papeles en regla, con toda su documentación.

P.: Entonces, ¿por qué te está ocurriendo esto?

Esto es un atropello. Es algo que puede llegar incluso a rozar lo anticonstitucional, el retirar a alguien una mascota que ha sido legal durante nueve años, y ahora, por una ley, que quiere cargarse a todos los animales, quitarlos y meterlos en un centro.

No hay centros en España suficientes para llevar a todos los animales que hay y no están preparados tampoco para tener este tipo de animales. Entonces la mejor manera de mantener a estos animales es que los mantenga su dueño hasta la muerte de este animal.

Que se prohíba está bien y se prohíba la cesión, la cría con ellos porque ya no están legalizados en España. Pero una cosa es eso y otra cosa es que te quiten tu mascota.