Fidel González Rouco: «Si se cumplen las ‘emisiones cero’, en 2050 tendremos 2 grados más»
Entrevista al profesor del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid
La subida del nivel del mar entre los 15/20 centímetros desde principios del Siglo XX se debe a la acción humana
El cambio climático es un hecho. Sus causas generan numerosas cuestiones y debates acerca de la responsabilidad de las acciones humanas porque el clima cambia en la Tierra desde el mismo origen del planeta por diversos factores, como alteraciones orbitales, y nosotros nos encontramos en un periodo interglacial, con las consecuencias de calentamiento que conlleva.
De hecho, hay datos tan interesantes y reveladores como una pintura Sapiens en una cueva al sur de Marsella de hace 27.000 años en la que se ve un pingüino a 36 metros por debajo del nivel del mar, lo que sin duda arroja el dato de que el nivel del mar ha subido más de 36 metros.
Sin embargo, pese a estos datos que evidencian un cambio progresivo en el clima, el físico Fidel González Rouco, profesor del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid, especializado en la simulación y reconstrucción paleoclimática de los últimos milenios y en la modernización climática regional, no duda en señalarnos a nosotros, los humanos.
La comunidad científica coincide en que no existe una duda razonable sobre la influencia de la actividad humana sobre el clima del planeta.
El gran cambio climático se ha vivido desde principios del s. XX, con la industrialización. A consecuencia de ella, sólo en los dos últimos siglos, las temperaturas han subido sin parar y el nivel del mar ha ascendido entre 15 y 20 centímetros a nivel global. Estos cambios generan consecuencias en la biosfera, erosión costera, contaminación de acuiferos, impactos en ecosistemas costeros, olas de calor y de frío, tormentas extremas…
¿Cuáles son los principales causantes?
Fidel González Rouco asegura que, sin duda, los gases de efecto invernadero, y específicamente el dióxido de carbono, son los que producen el mayor impacto en el cambio climático.
Estos gases, en equilibrio, juegan un papel importante porque, al atrapar el calor del sol, son los que han conseguido mantener habitable la Tierra para los seres humanos y millones de otras especies. El problema es que ahora están especialmente altos y ese desequilibrio altera las condiciones climáticas y amenaza con cambiar peligrosamente la biodiversidad. Especies desaparecen, otras se encuentran al borde de la extinción y algunas sufren cambios o inician procesos migratorios en busca de entornos que puedan habitar.
¿Estamos a tiempo de paliarlo?
La respuesta es sí. Pero debemos saber que, si se cumple el objetivo marcado para 2050 de emisiones cero, no obstante, en 2050, tendremos en 2 grados más. Y si se frenan las emisiones hasta fin de siglo, cuando termine, el planeta vivirá una suave transición en la que las temperaturas bajarán un poco.