Comunidad de Madrid

El desafío de aumentar la población de mariposas reforestando la sierra de Guadarrama

La ONG reforesta recogerá semillas de 18 especies herbáceas que alimentan a las orugas, contribuyendo así al aumento poblacional de estos lepidópteros

Sierra Guadarrrama
Mariposa pavo real (Inachis io anverso) (Foto: Rubén Bernal González)
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Las mariposas son un excelente bioindicador, tanto que es uno de los parámetros de referencia en la recién estrenada Ley de Restauración de la Naturaleza en Europa para comprobar la salud de territorios, unos lepidópteros muy presentes en la sierra de Guadarrama.

Este enclave situado en la cordillera del interior de la península ibérica y, en particular, la zona del Alto Manzanares, atesoran una elevada biodiversidad de estos lepidópteros que buscan incansablemente alimento en su etapa como orugas.

Para asegurar la continuidad de las mariposas se hace necesario afianzar sus fuentes de alimentación y, para ello, hay que conocerlas, recopilarlas y posteriormente repoblar con ellas las zonas.

Mariposas y plantas

Existen al menos 130 especies de mariposas diurnas, las más numerosas, con un 55 % de las mismas presentes en la península ibérica. De la diversidad vegetal se conocen unas 2.200 especies de plantas, de las que al menos 1.400 vegetan en esta zona de la sierra madrileña.

Un inventario que sigue aumentando, ya que se continúan descubriendo nuevos taxones, tanto de plantas como de animales. Es el caso de numerosas especies vegetales en los últimos años, en los que se han detectado poblaciones pequeñas y localizadas. Sin embargo, son numerosas las especies en mal estado de conservación o de las que se sabe poco.

Xiphion vulgare
Lirio «Xiphion vulgare» (Foto: Rubén Bernal González)

Sierra de Guadarrama

La Asociación Reforesta pretende afrontar el desafío con la mejora del conocimiento disponible y contribuir al aumento poblacional de las mariposas y de las plantas nutricias, es decir, la fuente de alimento de las orugas.

Con este fin ha obtenido de la Comunidad de Madrid los permisos para la recogida de semillas de 18 especies herbáceas en la sierra de Guadarrama. De estas semillas saldrán los ejemplares que se plantarán a lo largo de 2025, un total de «180, de los cuales 80 son árboles de interés para las mariposas (40 abedules y 40 acebos) y el resto son plantas herbáceas», explican a OKGREEN desde Reforesta.

Jornadas de voluntariado

Para alcanzar el objetivo, la ONG está organizando jornadas de campo que cuentan con la participación de voluntarios. Desde Reforesta apuntan que hasta la fecha ya se han realizado tres convocatorias con participación de voluntariado y están previstas varias más hasta concluir el proyecto.

Este trabajo no sería posible sin su colaboración, así como la de los socios y financiadores de la ONG. Para los interesados en colaborar con este proyecto de reforestación en la sierra de Guadarrama pueden apuntarse como voluntarios en su web.

Aumentar los fondos propios

Además, Reforesta trabaja ya en la obtención de fondos que complementen a los recursos propios aportados para el lanzamiento de esta acción de conservación.

En concreto, en esta primera fase de lanzamiento el coste aproximado es de  9.528,29 euros, «pero estamos buscando la financiación para poder cumplir con todos los objetivos», avanzan desde Reforesta.

Entre ellos se incluyen «la prospección de una gran superficie para localizar poblaciones de las plantas nutricias y de lepidópteros, la producción de los ejemplares de las plantas herbáceas a partir de las semillas recogidas, la eliminación de varios pinos alóctonos que dificultan el desarrollo de madroños y la realización de materiales divulgativos y de 15 jornadas de voluntariado», desgrana la entidad.

«Para todo ello buscamos 26.400 euros adicionales. En caso de no conseguirlos, reduciremos algunas de las actividades, si bien la prospección del territorio, la producción de las plantas y su posterior plantación está asegurada al 90 % con la aportación inicial realizada por Reforesta», apuntan.

Reforestación
Las labores de reforestación son fundamentales para proteger la biodiversidad

Una década trabajando

Esta iniciativa se complementa con otras iniciadas por Reforesta a lo largo de la última década y que continúan hoy día. Es el caso de la plantación de especies nutricias en la red de charcas para proteger a los anfibios que Reforesta ha creado y mantiene en la zona, entre las cuales figuran arraclanes, aligustres, majuelos, endrinos o manzanos silvestres.

Árboles como el abedul, el álamo temblón o el madroño, de los que Reforesta ha plantado cientos de ejemplares en otros puntos de la Sierra de Guadarrama y su piedemonte, también favorecen a los lepidópteros y a otros invertebrados.

Restauración de la naturaleza

Un proyecto que enlaza directamente con los objetivos de la Ley de Restauración de la Naturaleza recientemente aprobada. Desde Reforesta afirman sobre este punto y su proyecto que «las plantas y mariposas objetivo contribuyen a la mejora de la biodiversidad y resiliencia de 20 hábitats de interés comunitario».

«Nueve de las especies objetivo están incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres de la Comunidad de Madrid, y debería haber más, pero este catálogo no está actualizado». señalan.

Amenazas en la sierra de Guadarrama

A comienzos del siglo XX gran parte de la sierra de Guadarrama estaba deforestada como consecuencia de la tala, la quema, el sobrepastoreo y la erosión. En la actualidad las principales amenazas son el intenso uso público, el calentamiento global y las especies invasoras. Siglos de degradación han dañado notablemente a la fauna y flora de estas montañas.

Como ejemplo, hoy tan sólo persisten 19 ejemplares de la bella hierba de la Primavera (Primula elatior subsp. Intricata). Otro caso es el madroño, antiguamente más frecuente en los montes del Alto Manzanares, de los que el libro de la Montería de Alfonso XI dice que son «buen monte de oso en tiempo de madroño».

Además, perduran numerosos topónimos que atestiguan su presencia y en la actualidad perviven algo más de un centenar de ejemplares, refugiados mayoritariamente en roquedos. La cabra montesa y los pinos alóctonos dificultan su recuperación y, de este modo, también la de dos especies de mariposas amenazadas que dependen de él.

Primula Veris
Detalle de floración en abril de la Primula Veris (Foto: Rubén Bernal González)

Las especies objeto de estos proyectos son las siguientes:

  • Abedul (Betula pendula subsp. fontqueri)
  • Acebo (Ilex aquifolium)
  • Albejana (Lathyrus latifolius)
  • Betónica (Stachys officinalis)
  • Camedrio acuático (Teucrium scordium)
  • Clavel armeria (Dianthus armeria)
  • Espondilio o pie de oso (Heracleum sphondylium)
  • Hesperis laciniata (familia Brassicaceae)
  • Hierba de la araña (Anthericum liliago)
  • Hierba gatera o catnip (Nepeta caerulea)
  • Laserpitio (Laserpitium eliasii)
  • Lirio (Iris lutescens)
  • Lirio (Xiphion vulgare)
  • Oenanthe fistulosa (familia de las apiáceas)
  • Orégano (Origanum vulgare)
  • Pistoloquia (Aristolochia paucinervis)
  • Primavera (Primula veris)
  • Ruda montesina (Ruta montana)