Agua Pantalones vaqueros

¿Cuántas veces tienes que lavar tus vaqueros? La respuesta te sorprenderá

Un único par de pantalones vaqueros consume 10.000 litros de agua

La tela con la que se fabrican los jeans no se ensucia fácilmente

Es mejor lavar los vaqueros a mano que en lavadora

Pantalones vaqueros, una de las prendas más populares del mundo.
Pantalones vaqueros, una de las prendas más populares del mundo.

Si hay una prenda de la que se puede decir que nunca pasa de moda es el pantalón vaquero. Originalmente concebidos como ropa de trabajo reforzada con remaches y fabricada a partir de la dura y resistente tela azul Génova (o blue de Genes para los anglófonos, de donde es posible que venga la palabra jeans) los vaqueros nacieron en 1873 gracias a Levi Strauss y Jacob David.

Desde entonces, y en muy pocas décadas, los pantalones vaqueros se convirtieron en una de las prendas más populares, y así ha seguido siendo hasta el día de hoy. Cada año se producen, según Naciones Unidas, alrededor de 5.000 millones de jeans en todo el mundo.

Hablamos de un mercado global valorado en casi 82.000 millones de dólares en 2023, cifra que se prevé que crezca hasta superar los 144.750 millones en 2033, a un ritmo de crecimiento anual de casi el 6%, estima la consultora Spherical Insigths.

Coste ambiental

Uno de los mayores inconvenientes derivados de la producción de esta imprescindible prenda en cualquier armario es su elevado consumo de recursos naturales.  La Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía de Francia (Ademe) calcula que, para un único par de vaqueros, son necesarios alrededor de 10.000 litros de agua.

A esta elevada huella hídrica hay que sumar la emisión de alrededor de 13 kilos de dióxido de carbono, así como el empleo de otros 10 kilos más de colorantes y químicos. Algunos de estos químicos permanecen además durante mucho tiempo, incluso décadas, en el aire, convirtiéndose en una potencial fuente de contaminación.

Por si esto fuera poco, tenemos que tener en cuenta que, a lo largo de su ciclo de vida completo, cada vaquero consumirá, de media, otros 1.500 litros de agua en sus diferentes lavados, y 19 kilogramos adicionales de CO2 durante sus procesos de lavado, secado y planchado.

Unos vaqueros

Cuanto menos, mejor

Si queremos reducir este elevado impacto ambiental, uno de los primeros cambios que debemos introducir es dejar de seguir lavando nuestros vaqueros más de lo necesario. Primero porque su extraordinaria tela, además de dura y resistente, no lo requiere, ya que no se ensucia fácilmente.

Otra importante razón es que, cuando nos pasamos con los lavados, los jeans pierden una de sus mejores cualidades, que es la de adaptarse al cuerpo. También se ven afectados su color y su textura.

Llegados a este punto, la pregunta a la que debemos dar respuesta es muy sencilla: ¿cada cuanto tenemos que lavar nuestros vaqueros?

Lamentablemente, no existe una respuesta que valga para todo el mundo, porque dependerá del uso concreto que le demos a la prenda. Pero sí que podemos dar un consejo que sirva como pauta general: cuanto menos, mejor.

A mano antes que en lavadora

Si le preguntamos a un fanático de los jeans, nos dirá que lo ideal sería no lavar nunca los vaqueros. Posiblemente, esta sea una opción demasiado extrema, pero lo que sí que resulta razonable es limitar al máximo los lavados, de manera que no despilfarremos agua ni electricidad, y garantizando al mismo tiempo que nuestros pantalones estén limpios.

En este sentido, lo recomendable es lavarlos mejor a mano que en lavadora. Es cierto que esta opción siempre supone un esfuerzo adicional, pero tamizado por el hecho de sólo hay que hacerlo muy de vez en cuando. Con dos o tres veces al año podría valer perfectamente, pero insistimos en que dependerá de cada persona.

Además, en muchas ocasiones no será necesario lavar la prenda completa, sino que simplemente habrá que actuar sobre la zona que se haya podido manchar. Ciertamente, cuando se trata de manchas muy localizadas, basta con emplear un pequeño paño húmedo, o incluso un cepillo de dientes viejo, junto con algo de jabón, para eliminar esos pequeños restos de suciedad.

A máquina

Si se opta por meterlos en la lavadora, es mejor seleccionar ciclos suaves con agua fría y meter los vaqueros del revés y con los botones abrochados. Así evitaremos que la prenda sufra daños por recibir golpes dentro del tambor,  además de ayudar a que se mantenga el color de la prenda, así como su capacidad para ajustarse a nuestro cuerpo.

Algo que debemos evitar es el uso de secadoras, que pueden encoger nuestros pantalones. Mucho mejor es que los sequemos al aire… pero sin exponerlos a la luz directa del sol, que tampoco es buena para el color, ni para el propio tejido.

El congelador

En los últimos tiempos se está poniendo de moda la práctica de meter los vaqueros, protegidos dentro de una bolsa de plástico, en el congelador durante varias horas.

Es cierto que el frío sirve para eliminar algunas bacterias que, a menudo, son responsables de los malos olores. Pero este método no funciona siempre con los gérmenes más resistentes. Además, este truco no sirve para eliminar las manchas.

Por tanto, recomendamos que, en caso de ser realmente necesaria una limpieza en profundidad de nuestros pantalones vaqueros, que sigamos apostando por los métodos convencionales ya citados.