Contaminación

Compuestos presentes en los plásticos se asocian a una peor calidad de óvulos y espermatozoides

Contaminantes presentes en cosméticos, utensilios de cocina antiadherentes o pesticidas, asociados a peor calidad de óvulos y espermatozoides

Bisfenoles y ftalatos están habitualmente presentes en productos plásticos, los PFAS en cosméticos y productos antiadherentes de cocina y los PCBs en contaminantes industriales, afectan a la fertilidad humana

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Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Todos los días estamos expuestos a contaminantes ambientales, fundamentalmente a través de la dieta y, en menor medida, por el contacto continuado con productos de cuidado personal y limpieza doméstica, cosméticos, o la contaminación del aire.

Al tiempo que esto sucede, cada vez conocemos con mayor certeza cómo esta exposición ambiental puede afectar a nuestra salud reproductiva.

En productos plásticos

En concreto, destacan los bisfenoles y ftalatos, compuestos presentes habitualmente en productos plásticos, y PFAS en envases de alimentos, ropa, maquillaje o utensilios de cocina antiadherentes, que además se degradan a muy largo plazo.

También es el caso de contaminantes industriales (PCBs) o pesticidas, que se caracterizan por su capacidad para afectar la comunicación dentro del organismo, lo que se conoce como disrupción endocrina.

Disminución de la fertilidad

Se ha descrito que las sustancias capaces de alterar esta comunicación incrementan la susceptibilidad a padecer defectos en el crecimiento y desarrollo, así como la disminución de la fertilidad, entre otros efectos.

«Y entre estas consecuencias se puede encontrar la infertilidad, debido a la exposición continuada a contaminantes ambientales durante nuestra edad reproductiva. Sus implicaciones negativas, que derivan en una mayor dificultad para la reproducción humana, se centran sobre todo en la cantidad y calidad de óvulos y espermatozoides y peores resultados reproductivos», explica el doctor Francisco Domínguez, investigador de la Fundación IVI.

Bisfenoles y ftalatos y pesticidas

«De hecho, esto podría ser una de las causas del descenso en la fertilidad humana observado durante las últimas décadas, fundamentalmente en los países industrializados», añade el doctor Domínguez.

En el varón, se ha relacionado la exposición a los químicos bisfenoles y ftalatos, pesticidas y contaminantes industriales con peor calidad seminal y peores resultados reproductivos.

De hecho, recientemente se ha observado en muestras de testículo, tanto humanos como animales, la presencia de fragmentos micrométricos de plástico (microplásticos).

Menor calidad seminal

Estos transportan distintos contaminantes ambientales, liberándolos en grandes cantidades de forma continuada en el organismo. Específicamente, algunos previamente relacionados con menor calidad seminal (ftalatos, bisfenoles o PCBs), pueden interferir con la señalización hormonal y dañar la producción de espermatozoides, influyendo así negativamente en la fertilidad.

También en el caso femenino, la exposición a bisfenoles y ftalatos, PFAS, PCBs, elementos traza presentes en alimentos contaminados, el humo de tabaco, aire de mala calidad (mercurio, cadmio, arsénico, litio, estroncio o bario) o pesticidas afectan de distintos modos.

Disfunciones femeninas

Estos elementos se asocian con un adelanto en la edad de maduración reproductiva con la primera regla, la aparición de ciclos menstruales irregulares, menor cantidad y calidad de los ovocitos disponibles, un mayor tiempo hasta lograr un embarazo natural, insuficiencia ovárica prematura y adelanto de la edad de menopausia.

También se han relacionado con patologías ginecológicas asociadas con peores resultados reproductivos como síndrome de ovario poliquístico, endometriosis y adenomiosis o miomas uterinos.

Desde el nacimiento

«Desde el ámbito científico, cada vez se le está dando más peso al exposoma -exposiciones ambientales a las que el ser humano está sometido desde el nacimiento-, ya que todo indica que seguirá influyendo en nuestra salud reproductiva», resalta el médico.

«Por ejemplo, la disminución de la calidad seminal coincide con el incremento en la síntesis y liberación de productos químicos ocurrida durante el último siglo. El desafío está en poder hacer estudios a gran escala, ya que no todas las poblaciones están expuestas a las mismas sustancias de forma simultánea», aclara el doctor Domínguez.

Combatir sus efectos

¿Cómo compensar estos efectos en el organismo? Algunos compuestos ambientales presentes en la dieta parecen tener la capacidad de disminuir los efectos de estos contaminantes ambientales, como es el caso del ácido fólico o los ácidos grasos poliinsaturados (omega3 y omega6).

Este tipo de tratamientos, así como prescripción de suplementos nutricionales, deben ser correctamente monitorizados por especialistas en salud, ya que cantidades elevadas de algunos de estos compuestos pueden tener un efecto perjudicial sobre los resultados reproductivos.

A nivel preventivo, se recomienda utilizar plásticos libres de BPA y tener todas las precauciones si se tiene contacto con PCBs, ya que tienen efectos acumulativos.

Impacto de los contaminantes

Actualmente, se sigue investigando en otras estrategias que permitan disminuir los niveles nocivos de estos contaminantes en el organismo. «El efecto de todas estas sustancias es un ámbito relativamente reciente, científicamente hablando y en la actualidad solo conocemos la punta del iceberg del impacto de los contaminantes ambientales sobre la salud en general y la reproductiva en particular» afirma el doctor Domínguez.

«Desde la comunidad científica, creemos que es fundamental seguir trabajando en esta línea para terminar de aclarar y ampliar la información sobre su efecto a largo plazo, tanto en mujeres como en hombres. Lo que está claro es que no tener un control sobre este tipo de sustancias no solo es malo para el planeta, sino también para nuestra fertilidad», concluye el investigador de la Fundación IVI.